Una aeronave que perteneció a la Compañía Española de Trabajos Fotográficos Aéreos reposa junto a la estación de Servicio Suances de la capital
Al F4 Phantom II de Antigüedad le ha salido un competidor. Uno que, a pequeña escala, como el McDonnell Douglas que reposa desafiando a la gravedad en el Cerrato, le encomendaron hacer, en una época de su vida, al reconocimiento aéreo. Al del Ejército, reconocimiento táctico, de guerra. Al amarillo que, hace unos días aterrizó en Palencia capital, lo que se le encomendó fueron fotografías terrestres, sobre todo para el Catastro. Ambos, espías -a su manera- desde lo alto de las nubes han acabado anclados a la tierra. A la tierra palentina que posiblemente en un pasado sobrevolaron.
El Phantom de Antigüedad lo cedió el Ejército del Aire hace varios lustros a la localidad palentina en homenaje a los aviadores que había dado el municipio. El de la capital lo ha comprado un palentino, Manuel Suances, “para dar ambiente” a su Estación de Servicio.
La Suances, la de la carretera de León, frente a lo que fue el Seminario Menor y desde donde desde hace meses, Spiderman vigila la ciudad, mientras Popeye saca músculo y Elvis mueve las caderas.
La historia de la aeronave tiene su propia historia. Se trata de una Piper PA-23-250 Aztec E también conocido como Apache. De ella se construyeron más de 6.000 unidades desde 1952 hasta 1981, aunque la unidad matriculada como EC-CIG y sin nuevo plan de vuelo, al menos tiene casi 50 años, ya que su fecha de matriculación en España es de 1974.
Fue el momento en el que la Compañía Española de Trabajos Fotográficos Aéreos, fundada en 1927 por tres de los pioneros de la aviación española, lo puso a volar para realizar fotografías aéreas de toda España, bajo el nombre de ‘Comandante Machado’. “Aún se puede ver en parte del fuselaje”, subraya Suances. Posteriormente pasó a formar parte de la escuadrilla de una empresa de adiestramiento de pilotos para quedar abandonada en el aeropuerto de Elche.
“Se anuncia su situación en el BOE, y si nadie las reclama, salen a subasta para chatarra”, explica a Palencia en la Red Suances, que hace tiempo habló con el responsable de un desguace en Villamuriel y le dijo. “Tú cuando tengas algo raro, me lo dices. Pero ¿cómo de raro?, me preguntó. Algo raro, raro”, narra.
Y el caso es que ese antiguo avión espía acabó en Villamuriel. “Me lo comentó, pero de primeras le dije que no. Que sabía lo que costaban y suele ser mucho dinero. Y que, vaya, que me pico. Al final llegamos a un acuerdo, a hace 15 días que lo tengo aquí”.
Y en 15 días ya ha llamado la atención y mucho, aunque todavía no está acabado el proyecto “para el que me quedan otros 10 días, al menos”. Un proyecto que, asegura, será muy llamativo y muy vinculado al amarillo y a la cultura popular. Lo que tiene claro es que lo que pretende con iniciativas como esta y como la de colocar un Spiderman, un Elvis, carteles de carburantes americanos, antiguos vehículos como un Renault 4-4 o un SEAT 1.400 junto a sus surtidores es “crear ambiente. Sorprender. Arrancar una sonrisa”.
Y a fe que en estos días lo ha hecho, aun cuando no está culminada su llamativa propuesta. “Cuando han venido niños, se lo hemos abierto, se han hecho fotos… El otro día un hombre, con unos niños subidos la avioneta, me dijo. ¡Qué foto!. Con los niños montados, ilusionados y el cartel de las elecciones de Feijóo en el que pone: es el momento. Es el momento de los chavales, me dijo”.
Pero también el momento de un avión retirado. Un avión que espió y fotografió en el pasado y que ahora será, a buen seguro. el fotografiado junto a sus futuros pasajeros. De cuatro dedos, muy conocidos y amarillos.
¡Mosquís!, ¿también pintarán las rosquillas?
