La carretera de subida al símbolo de Palencia, el Cristo del Otero, estrena iluminación que muestra de lejos el zigzagueante ascenso
O. H.
Tres son las curvas de herradura que deben superar los vehículos y los ciclistas que quieren divisar Palencia desde lo alto del Cerro del Otero o acercarse a los pies del Cristo del Otero. No así los peatones que pueden tomar el atajo, duro, de las escaleras. Y puede que ese zigzag que parte de la base del Otero, junto la Campo, y termina a escasos metros del Cristo del Otero, no sea tan duro como las 21 curvas de herradura del mítico Alpe d’Huez. Pero ahora, de noche la visión que se tiene del promontorio bajo la obra de Victorio Macho se parece mucho a los perfiles televisivos que muestran por dónde deben subir los ciclistas.
Recientemente el Ayuntamiento ha recepcionado y puesto en tensión la nueva iluminación del acceso al Cristo del Otero. 37 farolas, de tipo led, enfocadas al suelo y siempre en la parte externa de la carretera, para iluminar la calzada, pero no impedir la visión majestuosa del Sagrado Corazón iluminado en la noche. Una exigencia de la Comisión Territorial de Patrimonio para dar de paso el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Palencia.
La intención era hacer más apetecible, menos lúgubre subir al Cristo del Otero cuando la luz solar desparece. El no sentir, si no miedo, sí incertidumbre al adentrarse en el trecho pindio que asciende en algunas zonas entre pinares. Hasta ahora a oscuras. Y si se subía en coche, al menos poder tener la referencia de dónde acaba el asfalto y empezaba el terraplén.
Con la nueva iluminación, en lo que se refiere a la calzada, se puede decir que se ve casi como si fuera de día. Fuera de ella, la oscuridad, pero como en cualquier otra zona de la ciudad donde no hay iluminación. Por ejemplo, el mirador que hay junto a la primera curva de herradura, está totalmente a oscuras.
Sin contaminación lumínica
Esto permite vislumbrar la grandiosidad de la mole que creó Victorio Macho sin la molestia de la contaminación lumínica. Sin embargo, la escalinata que une la casa desde donde se tira el Pan y el Queso con la base del Cristo, pese a no tener iluminación directa se beneficia, someramente de la de la calzada así como la previamente existente en la base del Cristo, junto a la ermita.
La obra ha sido ejecutada por Electricidad Pascual de Diego, S.L, por 135.000 euros con cargo a los Fondos Edusi. La empresa ya ha cerrado todas las zanjas abiertas y reasfaltado las zonas que había abierto para la instalación del cableado.
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