Se procederá a la demolición del albergue y el mesón ubicado junto a las vías que acceden a la estación de tren de Frómista
Adiós al albergue de peregrinos de Frómista. Al que está ubicado junto a la estación de tren y que sufrió un incendio en marzo de 2019. Catorce empresas han presentado sus propuestas para ejecutar los trabajos de demolición de lo que queda del inmueble.
El edificio actualmente está en estado de abandono después del incendio que se produjo en la zona destinada a albergue de peregrinos. En la zona de albergue, gran parte del tejado está desplomado mientras que una pequeña parte tiene peligro de derrumbe lo que puede generar un riesgo a terceros.
El plazo estimado de los trabajos adjudicados en 39.000 euros es de 4 meses.
Según se explica en la documentación que se tramita, el estado generalizado que presenta el inmueble, constituye un conjunto de afecciones de suficiente importancia como para que se considere la necesidad de la declaración del inmueble como inmueble ruinoso en los
términos de la Ley 5/1999 de 8 de Abril de Urbanismo de Castilla y León y Decreto 22/2004 de 29 de Enero por el que se aprueba el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León.
Existe un elevado riesgo de derrumbe por colapso de la estructura, por sí o inducido por los deterioros mayores, con eventual riesgo tanto a los posibles usuarios del edificio como a terceros e incluso a los propietarios de los edificios colindantes.
No se dan tampoco las condiciones de seguridad, salubridad, ornato público, accesibilidad y habitabilidad que exige el Art. 19 de la Ley de Urbanismo de Castilla y León, siendo deber de los propietarios de bienes e inmuebles según establece el Decreto 22/2004 de 29 de Enero por el que se aprueba el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León.
La reparación para la conservación del albergue de Frómista en condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, ornato público, accesibilidad y habitabilidad según su destino, implica una complejidad constructiva mayor que la de realizar una obra nueva ya que la ejecución es prácticamente manual y el intento de recuperación del inmueble implica un derribo parcial muy complicado que genera una mayor e innecesaria inseguridad de los operarios que acometan la obra.
