Un total de 45 plazas de medicina familiar y comunitaria quedó vacante en Castilla y León, el 28 por ciento de las 161 ofertadas, una vez que concluyó el proceso de adjudicación de los destinos, según fuentes sanitarias consultadas por Ical. Esto significa que se han ocupado 116 puestos.
Soria y Zamora registran la cifra más alta de plazas vacías, con 12 y ocho de las 15 y 12, respectivamente, que se ponían en juego, es decir, el 80 y el 66 por ciento de las totales en cada provincia. En Medina del Campo, por ejemplo, no se ha ocupado ninguna de las cinco plazas ofertadas.
Otras cinco quedaron sin pedir en Burgos, de 16 que se ofertaban; una en Aranda de Duero (se han ocupado las otras cuatro); dos vacías en León de un total de 18; una en Miranda de Ebro de cinco; cinco en Palencia de las 12 que se sacaron; y seis vacías en Ponferrada, donde solo se ha ocupado una plaza.
Por el contrario, se ha completado el cupo de las zonas urbanas de Valladolid, que era la que más ofertaba: 15 en Valladolid Este y 20 en Valladolid Oeste. Lo mismo ocurre en Salamanca, donde se han consignado las 14 que se proponían, en Segovia, con ocho, y Ávila, con nueve.
La desigualdad es evidente también por comunidades autónomas. Mientras en Castilla y León la tasa de ocupación ha sido del 72 por ciento (28 por ciento sin ocupar), alcanza el cien por cien en Madrid, donde se han adjudicado las 240 plazas que se ofertaban; Comunidad Valenciana, todas y cada una de las 227; y País Vasco, con 109. También alcanzan esa tasa, con menos número de plazas, Castilla-La Mancha, Canarias, Murcia y Baleares, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde se solo se ofertaban tres plazas, todas ellas solicitadas.
Por su parte, Andalucía llenó el 99,6 por ciento de las 410 plazas, es decir, 408; Aragón, el 94,6 por ciento; Galicia, el 93,6 por ciento; Navarra, el 87 por ciento; Asturias, el 83 por ciento; Cantabria, el 81; Cataluña, el 80 por ciento; La Rioja, el 68 por ciento; y Extremadura, el 59 por ciento de tasa de ocupación.