Rosa María Andrés, presidenta de la AECC en Palencia conversa con, Carlos Prieto, un compañero de trabajo
Foto Brágimo. Rosa María Andrés, presidenta de la AECC en Palencia conversa con, Carlos Prieto, un compañero de trabajo

La psicooncóloga palentina Elena López, que fue diagnosticada de cáncer de mama, tuvo que cambiar su vida y la perspectiva que tenía de la enfermedad

Jesús García-Prieto / ICAL

Dos años de lucha intensa contra el cáncer de mama y un cambio de mentalidad total. Así ha sido la vida de la psicóloga palentina Elena López desde que conoció la noticia del diagnóstico. “Es una fecha que no se olvida”, reconoce Elena, que recuerda el miedo y la angustia de esos primeros momentos en los que no paraba de pensar en sus tres hijos y su madre. “Es lo que más me asustaba”. Desde entonces, Elena asumió una carrera contrarreloj para acabar con la enfermedad. Esta luchadora decidió ponerse en manos de oncólogos y especialistas, pero también comenzó una nueva etapa en su vida como colaboradora de la Asociación Española Contra el Cáncer de Palencia.

El caso de Elena es singular, ya que precisamente ella es psicóloga y había desarrollado parte de su carrera con pacientes oncológicos, pero ahora, con su perspectiva, lo ve de manera diferente. “Sabes cómo tratar una crisis de angustia, pero lo olvidas, sabes cómo trabajar ese miedo, pero te toca a ti. Se te olvida todo. Yo hablaba con las compañeras con las que había trabajado en esas ocasiones y me decían que si ya me lo sabía todo y que si lo había olvidado. En ese momento era paciente, dejé de ser psicóloga o psiconcóloga”, señala. Elena es además una paciente que se encuentra por debajo de los 50 años y reconoce que esta enfermedad “le puede tocar a cualquiera y que nunca se está preparada para algo así”, manifiesta. “En mi caso fue sorpresivo total porque no tengo antecedentes en la familia de cáncer de mama, además, no tomo tóxicos tipo alcohol o tabaco. Es cierto que era algo sedentaria, pero llevaba una vida más o menos sana. Fue una sorpresa por todo esto”.

Durante estos dos años, Elena ha atravesado todo tipo de momentos. Desde la incertidumbre de los primeros días hasta la inquietud y el miedo. “Desde que te dan un diagnóstico hasta que empiezan a hacerte más pruebas no sabes qué va a pasar. Son dos meses que se me hicieron muy largos hasta que tuve una intervención y para mí eso fue lo más angustioso. Desde ese momento tuve serenidad, pero con picos y altibajos y con miedos que antes no me habían pasado. También ha habido momentos buenos. Estos dos años son un paréntesis, me dejo llevar porque, claro, mis hijos siguen creciendo y la gente sigue viviendo sus vidas”, advierte la palentina, que será sometida a una nueva intervención en unas semanas. “No me acabo de acostumbrar. Tampoco era asidua a los médicos, porque era una mujer sana. Me han dado seis meses para otra cita, pero tienes que ir acudiendo a otras citas con otros especialistas en este tiempo y eso se hace pesado”, reconoce.

Con el paso del tiempo, esta luchadora asegura que lo ve todo de otra manera y que lo que más le ha ayudado, pese a que lo odia, es el deporte. “En la primera consulta que tuve con mi oncóloga me pautó un tratamiento hormonal, una pastilla durante cinco años y ejercicio físico. Le preguntamos si valía únicamente con salir a caminar y la doctora nos contestó que había que machacarse. Desde entonces empecé a hacer ejercicios de fuerza. He estado con varios entrenadores para que me enseñaran porque no lo había hecho nunca y ahora soy muy disciplinada. Sé que es la única opción que hay y que forma parte de mi tratamiento. No me gusta ir al gimnasio, pero no me salto ningún entrenamiento. Además, intentó estar lo más activa posible”, concluye Elena con la esperanza de que algún día se pueda erradicar esta enfermedad. Mientras tanto seguirá peleando duramente para recuperarse con la fuerza de su familia y con la de la Asociación Española Contra el Cáncer de Palencia que este sábado ha celebrado la lucha contra esta lacra en la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama.

En los últimos dos años, la comunidad científica internacional ha alertado de que los diagnósticos de cáncer se están disparando en personas menores de 50 años. Un estudio reciente a nivel mundial durante las últimas tres décadas reconoció la tendencia, que ya había sido identificada en investigaciones previas, y reveló un aumento de cerca del 80% en estos diagnósticos entre los años 1990 y 2019. Ahora, una nueva investigación suma evidencia sobre el aumento de la incidencia de cáncer a edades tempranas, esta vez en el tipo de tumor más diagnosticado, el de mama, aunque con diferencias en las distintas regiones del mundo. Unas cifras que ya se manejan incluso a nivel local. “Los datos que tenemos del pasado año en Palencia indican que, de 187 pacientes con cáncer de mama, 34 eran menores de 50 años, pero es que este mismo año, a fecha de este mes de octubre, ya hay 33 pacientes menores de 50 años, por lo tanto, es algo muy evidente que preocupa muchísimo porque no existía antes”, asegura Rosa Andrés, presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer de Palencia.

Desde la entidad sugieren realizar seguimientos para analizar qué tipo de problemas existen y por qué se está dando esta situación. “Es muy importante tener un registro de tumores porque si se van analizando una serie de cuestiones podemos ver porqué está sucediendo esto. Algo muy característico son los hábitos de vida saludables, llevar una vida activa, hacer deporte, evitar alcohol, tabaco, bebidas con gas…”. Precisamente el tabaco es una sustancia de la que ya vienen alertando desde hace años. “Es totalmente perjudicial y a nivel nacional se están tomando medidas. Se pueden producir hasta catorce cánceres debido al humo del tabaco. Hay que intentar erradicar de los jóvenes, sobre todo, que inhalen el humo. Desde la asociación estamos tratando de llevar a cabo varias acciones como los espacios sin humo para que en 2030 haya una generación libre de humo para eso estamos propiciando en espacios deportivos o parques infantiles unas señales que ayuden a que los padres o amigos que estén al lado no fumen”, explica Rosa.

La asociación palentina considera un reto llegar sobre todo a la población juvenil. “A los jóvenes la única manera de llegar es a través de las redes sociales con ‘influencer’ que animen a no fumar, a no inhalar humo del tabaco”, sugiere la presidenta de la entidad, que considera fundamental reducir la edad de cribado o de pruebas preventivas. “Son fundamentales. Desde que están en marcha los del cáncer de mama en Castilla y León se realizan entre los 45 años y los 74 y este es un punto importante porque en otros cánceres como el de colon o el de pulmón, las personas son más reticentes a hacerlo. El de mama está tan interiorizado, que cada dos años, cuando te llaman vas a hacerte esa mamografía”, afirma Rosa, que considera muy importante la realización de pruebas porque se pueden detectar los cánceres en un estadio inicial que tienen mucho mejor pronóstico que los de otros estadios. “Animo a que todo el mundo se haga las pruebas, ya que además son gratuitas”.

El Hospital Río Carrión cuenta con una psicooncóloga en un espacio denominado ‘Primer impacto’. “Cuando se hace un primer diagnóstico la persona lo recibe en estado de shock y necesita de la atención de una persona que la atienda y la anime y que empiece un tratamiento psicológico con la asociación que será beneficioso para él”, explica Rosa, que considera que aún existen personas a las que les cuesta ir por la asociación para asesorarse. “A veces una primera ayuda es vital”.

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