Visita a Barrio de Santa María.

Casi 80 personas participan estos días en una nueva edición del taller didáctico del románico, organizado por la Fundación Santa María la Real, en esta ocasión, el objetivo es descubrir cómo formas y elementos constructivos utilizados por los romanos dieron lugar a un nuevo estilo artístico entre los siglos XI al XIII.

“A comienzos del siglo XIX se acuñó el término “románico” para designar la arquitectura de los siglos XI, XII y parte del XIII en la que se percibía una clara inspiración o evocación de las formas, diseños y elementos constructivos utilizados anteriormente por los romanos”, explica Pedro Luis Huerta, coordinador del programa de cursos de la Fundación. Poco después el término se aplicó también al resto de manifestaciones artísticas del mismo momento, como la escultura, la pintura o las artes suntuarias. Sin embargo, el camino que siguieron estas formas antiguas hasta fraguar en el nuevo lenguaje estético del siglo XI fue largo y pausado.

Algo que están descubriendo las 80 personas que participan estos días en una nueva edición del taller didáctico del románico, pensada para aprender in situ, al pie de los edificios o sitios históricos. Así, recorrerán espacios de origen romano como el puente de Néstar o la Villa Romana de La Olmeda, para adentrarse después en templos románicos como los palentinos de San Martín de Frómista, Nogales de Pisuerga o Barrio de Santa María y los burgaleses de Fuenteúrbel, Moradillo de Sedano y Hormaza.

“En este taller analizaremos algunos de los canales de transferencia de esta herencia antigua en la arquitectura y en la escultura románicas, como el expolio y reciclaje de materiales romanos”, apunta Huerta. Por ejemplo, descubrirán el relevante papel que tuvo la reutilización de sarcófagos romanos en la Edad Media por parte de las élites gobernantes. “Estas piezas se convirtieron en transmisores directos de esa corriente antiquizante en la plástica románica y sus temas figurativos sirvieron de modelo e inspiración para otras creaciones, como capiteles o miniaturas”, explica el coordinador del taller.

Visita a Nogales de Pisuerga

Del mismo modo, muchos temas presentes en la decoración románica tomaron como fuente de inspiración modelos de la tardoantigüedad: hojas de acanto, crismones, mensarios, bestiarios, espinarios e, incluso, las posibles alusiones a Constantino que subyacen bajo determinadas representaciones de jinetes. El taller se clausurará mañana en el refectorio del monasterio de Santa María la Real y dará paso, el viernes, a una nueva edición del curso de Las Claves del Románico, centrada, en esta ocasión, en explicar la funcionalidad de los monasterios.

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