Abel Pascual, defensa central en la Gimnástica Segoviana e histórico capitán del Palencia Cristo Atlético, ha culminado una temporada de ensueño con el ascenso de su nuevo equipo a 1ª RFEF
R. Lagartos / Dani V.
Casi nadie consigue ser profeta en su tierra, más difícil aún resulta triunfar fuera de las fronteras conocidas, pero todo esto es algo que ha conseguido Abel Pascual, histórico capitán del Palencia Cristo Atlético y actual jugador de la Gimnástica Segoviana.
Hace un año que dejó su Palencia natal para embarcarse en un ilusionante proyecto, que le ha permitido seguir enganchado al mundo del fútbol y, lo más importante, vivir de ello. El pasado fin de semana, la ‘Sego’ conseguía el ascenso directo tras el tropiezo del Numancia y la victoria de su rival directo en la clasificación, al que ha ido persiguiendo casi toda la temporada.
Todo cambió en un suspiro y la Gimnástica Segoviana pasó de luchar por el ascenso a 1ª RFEF en el playoff, lo cual hubiera sido un gran final de campaña a, directamente, ponerle el broche de oro a un año que, en lo personal, ha sido inmejorable para Abel Pascual.
Desde su llegada a la ciudad del acueducto, Pascual se ha sentido “espectacularmente” recibido desde el primer día: “Hemos creado una familia. Y, en cuanto a la afición, siento lo mismo, un cariño muy cercano”.
Unas buenas sensaciones que se han trasladado también al terreno de juego, respondiendo a las directrices del entrenador, Ramsés Gil, con quien el defensa central se ha entendido a las mil maravillas.
“Tengo la suerte de contar, seguramente, con el mejor entrenador que he coincidido en mi carrera. Tiene la misma visión del fútbol que yo tengo, la manera de expresarse y de sentir el fútbol…todo. Por eso para mí ha sido muy fácil adaptarme a la filosofía del club”, explica Pascual.
ASCENSO DIRECTO
La Segoviana ha luchado durante toda la temporada por mantenerse en el playoff que le daba opciones a ascender a 1ª RFEF. Algo que, no ha hizo falta, tras lograr el ascenso directo el pasado fin de semana y desatar la locura en Segovia.
Ahora que han pasado algunos días, Palencia en la Red vuelve a contactar con Abel Pascual, tras el encuentro que mantuvimos hace unos días, para felicitar al central palentino por este importante triunfo en su palmarés. Un ascenso que también ha compartido con el también exjugador del Palencia Cristo, Juan Silva.
Con la voz todavía algo tomada, Pascual no puede contender la emoción por esta conquista: “No tengo palabras todavía para describir todo lo vivido estos últimos días. Soy consciente porque la vida, el fútbol, me han hecho valorar cada momento que pasa como el que estamos viviendo ahora mismo, que no es otro que haber ascendido a lo que es una categoría profesional del fútbol español”.
Un ascenso que, además, Pascual ha conseguido con “un grupo humano que rodea todo esto, tanto afición, compañeros, directiva, cuerpo técnico”, apunta Pascual.
“Creo que es de estas historias que ni el mejor guionista podría haber escrito, porque ha salido todo perfecto. Incluso con esa pequeña épica en la última jornada, para valorarlo todo aún más. Es, sin duda, uno de los días más felices de toda mi vida y estoy seguro que voy a recordarlo toda mi vida y podré contarles esto a mis hijos, a mis nietos o a todo aquel que no pudo vivirlo. Así que, soy muy feliz”, contaba el jugador, apenas unos días después de la consecución de esta importante gesta deportiva.
RECUERDO A DAVID NIETO
Abel Pascual fue uno de los pupilos del presidente del Palencia Cristo Atlético, David Nieto, fallecido recientemente. “Para mí ha sido un palo muy duro. Y para toda la ciudad. Ya no solo es una pérdida deportiva, sino también personal de alguien que a mí me ayudó mucho, sobre todo durante el pasado año, en la etapa más difícil de mi vida; fue una de las personas que más me auparon para seguir adelante. Si hoy estoy disfrutando del fútbol es gracias a él”, comenta el defensa central.
Para su exequipo también tenía palabras de ánimo y esperaba que cambiara su dinámica “para poder amarrar el playoff”, algo que no ha sido posible y que se consumaba en la penúltima jornada de la liga regular.
Un destino para el Palencia Cristo Atlético que han compartido el Palencia CF y el CD Becerril, que permanecerán un año más en 3ª Federación.
Pregunta: ¿Qué echas de menos de Palencia?
Respuesta: Todo. Toda mi vida. Aunque es verdad que con 15 años ya me tocó salir de Palencia, ahora tengo 28 y he vivido en seis ciudades, pero como Palencia no he vivido en ningún sitio. Para mí, Palencia es la ciudad donde en un futuro quiero vivir, aquí tengo a mi familia y a mis amigos. Siempre la he estado vendiendo muy bien allá por donde he ido. Para mí Palencia lo es todo, es mi cuna y siempre será mi casa.
P: ¿Has encontrado los objetivos que buscabas con tu salida del Palencia Cristo?
R: Sin duda. Yo venía de un año muy complicado en lo personal. Casi pierdo a mi padre, a mi madre y a mi abuela en menos de 1 año, encima vengo del descenso con el Palencia Cristo y se dio una circunstancia de que casi me toca dejar el fútbol por la situación que tenía. Entonces, yo tenía que buscar unos objetivos bastante concretos y eso, la Segoviana me lo facilitó, me han ayudado a obtener esa confianza que necesitaba, el tener esa estabilidad que tanto ansiaba y, fíjate, cómo cambia la vida, de casi tener que dejar el fútbol a este año luchar por ascender a 1ª RFEF (y, al final, lo logró).
P: Durante esta temporada has tenido una lesión en el cuádriceps, ¿cómo ha sido la vuelta a los terrenos de juego?
R: Las lesiones son la cara B del fútbol. La gente no es consciente de lo que es un proceso de una lesión. Me hace gracia porque cuando te lesionas y te dicen que son dos meses de recuperación, te dicen que son dos meses que están descansando sin hacer nada y es todo lo contrario. Entrenas aún más, el proceso de recuperación es bastante lento en algunas lesiones. Pero yo me lo tomé con el objetivo de estar mejor de lo que estaba antes de la lesión. Y así me siento. Me esforcé cada día por mejorar física y mentalmente y creo que lo he logrado.
P: ¿Es tu mejor momento como futbolista?
R: Sí, y espero que si me preguntas al año que viene te pueda seguir diciendo que sí. Al final, estoy en una edad muy buena para mi posición. Dicen que el pico más alto para un defensa central está entre los 28 y los 32 años, yo estoy entrando en ese pico y espero mantenerlo bastantes años.
R: ¿Has visto comentarios o gestos racistas, que tan de moda están en estos días?
R: Desgraciadamente, sí que lo he tenido que vivir. Para mí es una pena muy grande que este tipo de cosas sigan pasando en los campos de fútbol, cuando creo que el deporte debe ser una herramienta de unión y no para este tipo de actitudes y comentarios. Hace poco estuve escuchando una entrevista a Iñaki Williams, con quien encima tuve la suerte de vivir en la residencia de Lezama y estoy de acuerdo con él, hasta que no cojamos todas las personas del mundo del fútbol y nos plantemos, no se va a acabar de solucionar. Creo que es un tema para coger las riendas y tratarlo de evitar, aunque siempre va a haber borregos en los campos de fútbol, pero habría que tomar medidas para que cada vez haya menos.