Traemos a este joven inquieto y valiente a la serie de reportajes ‘PaCO y sus amigos palentinos’
Si metemos todos los datos referentes a David Montes, palentino de 16 años de edad, en una aplicación de Inteligencia Artificial del tipo ChatGPT, esta analizaría la información durante unos pocos segundos (a pesar de lo mucho que da de sí este chaval) y arrojaría el siguiente resultado: «HAY ESPERANZA». La juventud no está, ni mucho menos, perdida entre tanta tecnología, pantalla y perfil de red social. David Montes llega hoy a esta sección, en la que descubrimos curiosos convecinos con una buena historia detrás, porque precisamente representa que, lejos de abocarnos al apocalipsis de la humanidad, nos hacen presagiar que vendrán cosas fascinantes en un futuro próximo.
David Montes recibió el premio principal del concurso 90 segundos de cine de la última edición Muestra de Cine Internacional de Palencia, ese pequeño certamen de videocreación para jóvenes que busca conectar con nuevas audiencias y artistas.
Lo hizo con un pequeño cortometraje rodado en el estudio fotográfico Photo3 y protagonizado por una actriz del grupo de teatro de la UPP, que narraba una distopía sobre la inteligencia artificial.
Lo suyo, a pesar de ello, no es el cine (o no ‘‘sólo’’ es el cine). «Lo mío es hacer videojuegos», comenta. Estudia un grado de formación profesional en Sistemas Microinformáticos y Redes en el instituto Camino de la Miranda, pero su inquietud va más alla, porque como autodidacta ya había aprendido lenguaje de programación siendo prácticamente un niño.
«Aprendí código siendo muy pequeño. El verano pasado me compré un curso online de desarollo de videjuegos con Unity» y varios lenguajes diferentes de programación. Y publicó tres juegos, el último de los cuales –del que está más orgulloso– quedó en una buena posición en un concurso internacional. Ahora está desarrollándolo para teléfonos Android y lo presentará públicamente en el Salón del Manga de Palencia.
«¡Yo tengo un montón de proyectos!», exclama con un entusiasmo que contagia. «El año pasado ya participé en el concurso 90 segundos de la MCIP con un corto que no fue tan bien como esta edición», enumera. Y nos cuenta que, cuando tenía 11 años, fue el autor de un proyecto que convenció a muchos e intrigó a otros tantos: un juego que involucró a toda la ciudad denominado ‘Escape City Palencia’.»
Su serie favorita era Gravity Falls, y en aquella época el productor creó un juego a través de las redes sociales en el que invitaba al público a averiguar dónde estaba ubicada una estatua que aparecía en el capítulo final. «Eso me dio la idea de crear Escape City Palencia». Con once años, logró «un montón de patrocinadores, hablé con tiendecitas para que dieran regalos para el premio final, creé las pistas, las redes sociales…». Incluso un sistema que monitorizaba la actividad de los 70 jugadores que participaron.
Inteligencia artificial
Ahora, reconoce que el tema que le quita le sueño es la Inteligencia Artificial. «¡Uy, si hubiera yo tenido Chat GPT cuando estudiaba ESO!», exclama agitando las manos (esperemos que sus profesores, si leen esto, entiendan la broma y no le casquen un examen oral sorpresa). A pesar de ello, no para de indagar en las posibilidades que ofrecen las aplicaciones de IA, incluso como asistente para crear, tanto textos como imágenes y trabajos de diseño gráfico.
«Cuando preparaba el guión para el corto del concurso 90 segundos de cine, le preguntaba a la Inteligencia Artificial cómo podía ser el final. Primero me daba un final un poco aburrido, así que le decía: tiene que ser más emocionante. ¡Y entonces me sugería que explotara la habitación!». Afortunadamente para la historia, David le hizo caso solo a medias para crear una pequeña reflexión audiovisual sobre una tecnología que apenas empieza a colarse en nuestras vidas, pero de una manera disruptiva.
En el corto plazo, además de continuar investigando y explotando su faceta de autodidacta empedernido –está deseando probar GPT-4, la próxima versión de la célebre Chat GPT–, continúa experimentando con el manga y el cómic y prepara ya su próximo cortometraje, que pretende rodar este verano, tal vez para presentar a nuevos certámenes. Y cuando acabe su formación profesional de grado medio, se inscribirá en el ciclo superior de Técnico Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma para continuar avanzando en su verdadera vocación: diseñar videojuegos. «Tal vez me vaya de Palencia, me apetece. Pero solo por un tiempo». ¡Ése es el espíritu!
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