Castilla y León cuenta con 1.037 piscinas censadas, lo que supone una por cada 2.298 habitantes, las cuales son en su mayor parte públicas, ya que estas suponen el 72,5 por ciento (752) frente a las de titularidad privada, que son el 27,5 por ciento (285).
Así se desprende del censo que recoge el informe sobre la calidad de las aguas de recreo de la Consejería de Sanidad correspondiente a 2021, ejercicio en el que el número de piscinas disminuyó en un 0,2 por ciento, con dos piscinas menos.
Por provincias, León, Valladolid y Salamanca destacan por tener el mayor número de piscinas, con 193, 168 y 164, respectivamente, lo que suman algo más de la mitad de toda la Comunidad. En el caso de Ávila hay 104 piscinas, en Burgos 95, en Palencia 61, en Segovia 120, en Soria 52 y en Zamora 80.
Del total de piscinas que hay en la Comunidad 163 son cubiertas (82 públicas y 81 privadas, lo que supone un 50,3 y un 49,7 por ciento, respectivamente), lo que se traduce en una por cada 14.620 habitantes, mientras que las descubiertas son 874 (670 de titularidad pública y 204 privada, con una proporción de un 76,7 por ciento en las primeras y un 23,3 en la segunda), con una ratio de una por cada 2.727 habitantes.
Como en años anteriores, Burgos y Valladolid tienen la mayor ratio con 3.748 y 3.091 habitantes por piscina, mientras que Segovia y Ávila tienen la menor, con 1.281 y 1.523, respectivamente.
En el año 2021 se realizó un total de 4.386 inspecciones en piscinas de Castilla y León y se emitieron otras tantas actuaciones documentaciones (actas más hojas de control) a piscinas.
La ratio de actas-hojas de control realizadas por piscina en el total de la Comunidad es de 4,2, recuperando niveles previos al inicio de la pandemia, reflejo de que un número importante de instalaciones ha vuelto a abrir.
