La Escuela Provincial de Órgano de Palencia conmemora su X aniversario con un concierto en la iglesia de Santa Cruz de Grijota
Cuenta con 17 matriculados que contribuyen a proteger un legado único, a dinamizar la vida cultural de los pueblos y a revitalizar el patrimonio eclesiástico
La Escuela Provincial de Órgano de Palencia (EPOP) conmemoró ayer su décimo aniversario con la celebración de un concierto en la iglesia de Santa Cruz de la localidad palentina de Grijota, bajo la batuta de la directora de la Escuela, Ana Aguado, donde los alumnos fueron los protagonistas de este recital concebido para celebrar la consolidación de esta iniciativa,
El proyecto fue concebido como una herramienta para fomentar el amor por la música tradicional y salvaguardar un importante legado histórico, el del centenar de órganos barrocos que atesora la provincia de Palencia. De aquellos cuatro alumnos de 2012, cuando el embrión de la actual EPOP se denominaba ‘Proyecto Custodio’, se ha pasado a los 17 matriculados en el curso actual, durante el que se mantiene su capacidad para fomentar las experiencias intergeneracionales, otro de los rasgos distintivos de la Escuela.
La afición por este histórico instrumento que sitúa a Palencia a la cabeza europea de su conservación ha seducido a lo largo de estos años a personas de entre once y más de 70 años de edad que reciben, independientemente de su grado de conocimiento, nociones de interpretación organística y lenguaje musical.
Esta circunstancia añade más valor al impulso que anualmente recibe la EPOP gracias al compromiso de la Diócesis y la Diputación de Palencia, la Fundación Caixabank, la Asociación Fray Domingo de Aguirre y la empresa palentina Prosol en lo que supone un ejemplo de colaboración público-privada.
La EPOP se ha convertido, además, en dinamizadora de la vida cultural de los pueblos de la provincia, a los que acude cada verano en el marco de las actividades estivales organizadas por la Diputación; una cita a la que no faltó incluso durante la pandemia pues, valiéndose de la tecnología, logró hacer sonar los históricos órganos ante los vecinos de los diferentes municipios congregados en el exterior de las iglesias parroquiales.
A todo lo destacado, la EPOP suma a lo largo de esta década el mérito de haber reforzado el arraigo hacia su tierra y los lazos personales entre quienes han pasado por la Escuela. Unidos en torno a la responsabilidad de transmitir a futuras generaciones su pasión y el tesoro de sus antepasados en las mejores condiciones de conservación posibles.
