La Policía Local de Palencia sanciona a un establecimiento por ejercer la actividad fuera del horario con 12 clientes en su interior
Se acerca la Semana Santa y los pensamientos y los paralelismos religiosos comienzan a llegar también a las actividades de ocio. Así que, como si fuera la última cena, un grupo de personas celebró ayer una de esas reuniones que se alargó más de la cuenta.
Doce en concreto, más el propietario del bar. Como en el episodio de los evangelios. Y uno de ellos acabó también… sancionado.
Los hechos ocurrieron la pasada madrugada. En concreto, a las 02:20 horas. Los agentes de la Policía Local de Palencia acudieron, como lo harían los soldados romanos al Monte de los Olivos. Pero no era en Getsemaní donde se habían concentrado los 12 discípulos, sino en un bar de la calle Don Pelayo de la capital.
Un sanedrín de vecinos había avisado a las autoridades del jaleo y de las molestias que estaba generando el ruido procedente de las ‘oraciones’.
Los efectivos de la Ley comprobaron que en el cenáculo lo que se estaba produciendo era una infracción, puesto que el bar estaba ejerciendo la actividad fuera del horario permitido y que en su interior se encontraban los referidos 12 clientes. Y aunque no había ningún grial no faltaban las copas ni la música con un elevado volumen.
Así que los agentes de la Policía Local, apartaron al propietario del establecimiento, lo identificaron y lo ‘crucificaron’ con la propuesta de sanción.
Camión accidentado
Quien también fue sancionado por la Policía Local de Palencia fue un camionero que, o se metió por donde nadie le había llamado o se habría confundido en su ruta y que, además, provocó desperfectos en el mobiliario urbano.
A las 18:55 horas de ayer, en Paseo Nuestras Señora de los Ángeles, se produce la colisión de un vehículo articulado con un poste de semáforo que resultó derribado. Cualquiera de los giros que se dan en esa avenida son complicados para los vehículos articulados.
Pero es que el camión accidentando abandono el lugar, aunque fue localizado poco después por la Policía. Por un lado, por los daños generados en el semáforo y, por otro, por entrar dentro del casco urbano de la ciudad sin tener parada pautada en la misma.
Además, ni siquiera el Paseo de Nuestra Señora de los Ángeles es una de las vías en las que los grandes camiones tienen permitido el paso para las descargas locales.
