Por primera vez desde su fundación, 27 mujeres han podido formar parte de la Cofradía de la Virgen de Carejas de Paredes de Nava
A. Míguez / ICAL
Marta Casado es una joven de Paredes de Nava que, después de toda la vida esperando, ha conseguido hacer su sueño realidad al convertirse en cofrade de la Virgen de Carejas. La suya era una de las últimas cofradías reservadas solo para hombres pero ahora, una modificación de los estatutos ha permitido acabar con este techo de cristal marcado por la tradición. Por primera vez en su historia un grupo de mujeres ha podido ingresar como cofrades y ha podido participar, ya sí en igualdad de condiciones, en el día de la Patrona que se celebró el pasado 8 de septiembre.
Una jornada en la que los paredeños comienzan la festividad con el ‘Rosario de la Aurora’ trasladando en procesión a la Virgen de Carejas desde la iglesia de Santa María hasta su ermita que se encuentra situada a dos kilómetros del pueblo. En la pradera de este templo se celebra la misa mayor en honor a su Virgen junto a un desfile procesional en el que participan los cofrades, las autoridades y los vecinos. “Ya era hora”, reconoció Marta. “Yo llevo desde niña insistiendo en que quería entrar y al final lo he conseguido. Estamos muy contentas de compartir con todos nuestros compañeros la devoción por nuestra Virgen. Esta prohibición no tenía ningún sentido en pleno siglo XXI y ya hemos dado el paso que nos quedaba para poder ser iguales”, aseguró con satisfacción.
Y es que desde su fundación las mujeres sólo podían ejercer como camareras en la cofradía y, por lo tanto, sus labores se limitaban a la vestición de la Virgen. Todo eso ha cambiado con la admisión de 27 paredeñas como miembros de pleno derecho. Incluso una de ellas podrá ejercer como mayordomo. Esto significa que podrá representar a la cofradía en los actos institucionales o durante la celebración de la Semana Santa. Una adaptación a los tiempos actuales muy esperada y que se celebró con emoción y gran afluencia de público en el día grande la localidad.
“Es un día de mucho orgullo y no lo olvidaré jamás. Llevamos muchos años luchando para que las mujeres pudieran entrar a formar parte de la cofradía. En mi familia todos los hombres lo han sido y ahora, por fin, puedo serlo yo también”, declaró Alba Vián, otra de las mujeres de Paredes de Nava que se ha convertido en cofrade de la Virgen de Carejas. “Parecía que siempre iba a ser una cosa de hombres pero, afortunadamente, se ha demostrado que las mujeres tenemos el mismo fervor por la Virgen. Creo que esta decisión es buena para la cofradía pero también para el pueblo”.
Una opinión que comparte con Isabel Blanco, otra de sus convecinas. Para ella, este momento ha sido sinónimo de “felicidad y hermanamiento”. “Creo que es un día muy especial porque la Virgen de Carejas no hace distinciones y es la Virgen de todos. De todo el pueblo. Venimos a verla desde que somos pequeños y somos muy devotos. No tenía sentido esta diferenciación. Ahora se ha hecho justicia y se ha cumplido con una demanda social. Es verdad que el amor por la Virgen ni crece ni disminuye por ser cofrade pero sí que es un plus. Ahora me siento mucho más cercana a ella”, aseveró.
Un punto de inflexión muy celebrado también por los hombres de la localidad. Roberto Martín lleva siendo cofrade 25 años y considera que esta “apertura” era algo inevitable y acorde a los tiempos. “No tiene sentido que en pleno siglo XXI haya cofradías cuyos miembros sean exclusivamente hombres y más teniendo en cuenta que Paredes es un pueblo en el que las vecinas sienten una gran adoración a la Virgen”, explicó este cofrade. Sin embargo, el proceso no ha sido fácil ya que la incorporación de las mujeres ha conllevado una reforma en los estatutos de la cofradía.
“Ahora entran 27 pero llegarán muchas más en los próximos meses. Hemos tenido que ampliar el cupo para permitir 100 cofrades como máximo porque hay mucha demanda. De hecho, ya hay otras tres o cuatro mujeres en lista de espera”, confesó el presidente de la cofradía paredeña, Juan Carlos Pérez. “Los hombres hemos estado solos durante 500 años y ahora ya es más igualitario”, añadió.
Este cambio normativo contribuye, además, a garantizar la supervivencia de la cofradía. “Se han incorporado mujeres de todas las edades y ahora hay gente muy joven. Se ha reducido la media de edad y, por lo tanto, se garantiza ese relevo generacional. Esta era la mejor manera de blindar su supervivencia. Ahora solo espero que las próximas generaciones valoren el esfuerzo que nos ha costado conseguirlo y lo sepan aprovechar”, dijo Marta Casado Villagrá. “Con esto se demuestra que los jóvenes de Paredes, al contrario de lo que puede pasar en otros sitios, se involucran y se comprometen con su pueblo”.
De esta manera, Paredes de Nava dice adiós a un capítulo de la historia en el que las cofradías estuvieron dominadas por hombres, especialmente en lo que respecta a los cargos directivos y a la participación en procesiones y actos litúrgicos. La presencia de mujeres es sinónimo de “evolución y cambio” acorde a una tendencia cada vez más extendida en favor de la igualdad y la inclusión. Un cambio impulsado por un mayor reconocimiento de la igualdad de género y por el deseo de muchas cofradías de adaptarse a los tiempos actuales.
Lo mismo ocurrió recientemente en otro municipio palentino como es Santoyo. Hace tan solo unos meses autorizó la incorporación de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres en derechos y obligaciones a la Cofradía de San Isidro. Esta decisión se tomó en 2021, pero que no fue efectiva hasta el año pasado.