Especializado en ortodoncia y odontopediatría, el doctor Manuel Junco Trujillo ha tomado las riendas de la clínica familiar para ofrecer una atención que se distingue por la vocación de cuidar al paciente desde la cercanía y la confianza
Estar ahí siempre. En todo momento. El odontólogo palentino Manuel Junco podría dar multitud de razones por las que los pacientes eligen su clínica: cuatro décadas de trayectoria, una amplia formación en ortodoncia y odontopediatría, tecnología punta para afinar el diagnóstico y el tratamiento… Sin embargo, no duda al responder, con una amplia sonrisa, cuando se le pregunta cuál es el principal valor que define sus servicios. La cercanía.
El doctor Manuel Junco Trujillo asumió las riendas de la empresa familiar hace una década. «Mi padre abrió la clínica en 1984 y mi abuelo, que era otorrinolaringólogo, tenía también una consulta aquí», explica. Tras licenciarse y especializarse en ortodoncia, Manuel se incorporó a la clínica, cuyas riendas ha asumido en los últimos años, dándole un enfoque totalmente actualizado y moderno.
Cuatro profesionales (dos doctores y dos higienistas) atienden hoy a los pacientes de la Clínica Junco-Trujillo. Prestan un servicio integral de salud bucodental desde la primera infancia, pero con un enfoque singular: al estar ampliamente especializado en ortodoncia, el doctor Manuel Junco concibe su trabajo desde una visión global.
Y pone un ejemplo: «A menudo, el paciente piensa que un espacio en la boca requiere un implante. Sin embargo, mediante la corrección con ortodoncia podemos aprovechar esa circunstancia para cerrar y favorecer la boca… Es decir, planteamos siempre una solución a la medida de la persona», abarcando todo tipo de servicios, desde cirugía bucal hasta ortodoncia, corrección de problemas articulares o cirugía, llegado el caso. Eso sí, «hablando siempre con el paciente para estudiar las soluciones y cubrir lo mejor posible sus necesidades».
Desde la primera infancia
Ese enfoque global se aplica desde la primera infancia. Y es que «solo con un vistazo podemos conocer qué tal está creciendo la boca de un niño o una niña e ir previendo qué necesitará en el futuro», explica el doctor Junco, especialista en odontopediatría. Él recomienda una primera revisión antes de los seis años para poder hacer una primera evaluación del crecimiento de la boca y, muy importante, «para que el niño pierda ese miedo inicial a acudir al dentista».
Con cercanía, Manuel detecta si existe algún problema de deglución o malos hábitos (chuparse el dedo o haber retirado el chupete demasiado tarde, por ejemplo) que puedan corregirse de manera temprana. «Con esas primeras revisiones guiamos a la familia sobre los hábitos que favorezcan el crecimiento correcto y prevenimos tener que aplicar medidas posteriores».
Y en el caso de que sea precisa una ortodoncia, «los beneficios de comenzar pronto son enormes: en niños pequeños los huesos son más blandos, vas a guiar el crecimiento y conseguir corregirlo a tiempo. Si hay un crecimiento asimétrico y el aparato se pone tarde, el resultado nunca será el mismo».
Precisión y seguridad
En pacientes adultos, la recomendación también pasa por la anticipación. «Detectar los problemas temprano evita la aparición del dolor y las complicaciones. Por eso es importante seguir la recomendación de realizarse una revisión anual».
En esa búsqueda de soluciones a la medida que define a los profesionales de la Clínica Dental Junco Trujillo, a menudo se opta por alineadores invisibles. Y el doctor advierte de los riesgos que entraña aplicarse correctores de este tipo sin un seguimiento especializado. No en vano, el propio Colegio de Odontólogos ha advertido repetidamente sobre los peligros de los kits que se venden online, sin supervisión profesional.
En esta clínica disponen de tecnología punta para realizar un diagnóstico preciso. Mediante un escáner en tres dimensiones, estudian la estructura de la boca y afinan la solución. «Estamos especializados en ortodoncia invisible con alineadores, entre ellos, el sistema Invisalign. Es un sistema muy conocido pero es importante un seguimiento profesional continuo», insiste. Solo así es posible lograr alinear las piezas dentales y, en algunos casos, incluso corregir problemas mandibulares o de mordida que en otro contexto hubieran requerido cirugía o medidas más invasivas.
Ese mismo seguimiento profesional se recomienda, recuerda el doctor Junco, para los tratamientos de estética.
«El mercado está lleno de opciones para blanqueamiento. Pero éste debe hacerse siempre de manera supervisada. Primero, hay que descartar que haya problemas en los dientes y realizar una limpieza. Pero además, el odontólogo estudiará qué porcentaje de producto se necesita y comprobará el proceso. El blanqueamiento es bueno, sin duda. Pero siempre supervisado».
Estar ahí durante todo el proceso va a ser la clave. «Desde la primera cita, siempre voy a estar. Eso es lo único que garantiza que nos vamos a anticipar a cualquier problema» y lo único que asegura el éxito de cualquier tratamiento. La confianza y la cercanía.