Fotografía de Óscar Martínez
Fotografía de Óscar Martínez

El joven extremo del Palencia Cristo Atlético compagina su pasión por el fútbol con los estudios y el trabajo en el bar familiar, soñando con el ascenso

Domingo de derbi. Día especial en Palencia y, sobre todo, para César Gutiérrez (19 años), extremo del Palencia Cristo Atlético, que se enfrentará al CD Becerril, un equipo donde jugó la temporada 2022/2023 y del que guarda grandes recuerdos. Aunque ya se han visto las caras durante la pretemporada, con victoria de los de Francis Olea, ahora la rivalidad toma un nuevo matiz en el contexto de la liga. “Es un partido que, por mucho que me duela, quiero que gane el Cristo y que va a estar bastante parejo porque los dos llegamos sin perder”. A pesar de esta obvia voluntad de que gane su actual equipo, César dice esta siempre agradecido al Becerril por la gran oportunidad que le dieron. “Allí estuve muy a gusto. La gente, la afición, los compañeros, la directiva, son top, son de 10. Guardo muy buenos recuerdos de allí y siempre les estaré agradecido”, añade.

Adaptación y confianza

Gutiérrez, quien se unió al Cristo esta temporada después de su paso por el Alcorcón, se ha adaptado rápidamente al nuevo equipo. “Desde el primer día me han tratado genial aquí. El grupo es muy bueno, y me siento muy cómodo”, comenta.

A pesar de que el equipo ha tenido un inicio tibio en casa, con dos empates a 0 en La Balastera, aún sin conocer la victoria como locales, Gutiérrez confía en que el gol llegará pronto. “Sabemos que el gol va a llegar. Lo importante es que estamos trabajando bien”, afirma. “Nosotros estamos tranquilos porque sabemos que cuando llegue ese primer gol, todo va a ir todo mejor y para arriba”, añade con confianza el extremo que ya lleva un tanto en su cuenta hasta el momento en la liga y seguro que buscará marcar un gol a su ex equipo este domingo 13 de octubre a partir de las 17:30 horas en La Balastera.

Fotografía de Óscar Martínez
Fotografía de Óscar Martínez

Un regreso meditado

La decisión de César de volver a Palencia fue meditada, ya que tuvo varias ofertas de otros clubes de Tercera este verano. “El hecho de jugar en casa, en La Balastera, cerca de mi familia y amigos, pesó mucho. También influyó la charla que tuve con Chuchi”,

César Gutiérrez ha recorrido un camino interesante en su, hasta el momento, corta carrera, desde su etapa en la Cultural Leonesa hasta su paso por el Alcorcón de Madrid. A pesar de su juventud, César habla con la madurez de un veterano. Sabe que el fútbol es un camino de constancia y esfuerzo, y que cada paso cuenta. “Sobre todo me considero una persona humilde, con personalidad y carácter”, afirma. Y aunque sueña con llegar a Primera División, su presente está en Palencia, donde se siente agradecido por la oportunidad de volver a sus raíces.

En cuanto a sus ídolos en el fútbol, César menciona a varios jugadores. “Soy del Madrid, pero siempre me ha gustado Messi, como a mucha gente. También me fijo mucho en Kubo y Rodrygo. Me gusta su estilo, juegan de extremo y se meten hacia adentro. Esa es mi forma de jugar”, comenta.

Compaginar la vida

César tiene una rutina diaria que compagina con sus estudios y el trabajo en el bar de sus padres en Paredes de Nava. “Entrenamos cinco días a la semana, dependiendo de cuándo sea el partido. Por la mañana entreno, luego estudio y trabajo en el bar hasta el cierre”, explica. Compaginando las tres facetas con su camiseta morada del Cristo, Gutiérrez decide soñar: “Queremos estar arriba, meternos en los playoffs y, por qué no, luchar por el ascenso. Es una liga muy igualada, un grupo muy parejo donde no hay grandes rivales y podemos tener nuestras opciones”.

Fotografía de Óscar Martínez
Fotografía de Óscar Martínez

El derbi frente al Becerril no será el único reto importante que afrontará el Cristo en las próximas semanas, ya que también tendrán otro derbi de gran rivalidad contra el Palencia CF el próximo sábado 19 de octubre. “Va a ser un mes complicado, con partidos duros, pero estamos preparados”, añade Gutiérrez, quien afirma sentirse muy ilusionado e impresionado de jugar en La Balastera. “Que este sea el estadio de la ciudad, que la gente venga a verte… y en el que es, para mí, el primer equipo de la ciudad, pues eso es increíble”, señala.

Aunque César no sigue rituales específicos antes de los partidos, tiene sus pequeñas costumbres: “Siempre entro con dos saltitos con la pierna derecha al campo”. Unos saltitos que este domingo, cuando el balón eche a rodar en La Balastera, serán aún más especiales teniendo en frente a sus colegas de Becerril.

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