Cuando parecía que todo estaba inventado, llegó Zimi Matilla a Ampudia para descubrir cómo la música electrónica y los ritmos y melodías castellanos podían encajar hasta hacer saltar a todo un festival
La carrera del DJ palentino Zimi Matilla ya ha salido por estas páginas en varias ocasiones. Como también lo ha hecho en otras muchas, más importantes, que hablan de la vanguardia internacional de la música electrónica: este ingeniero de sonido y músico, que jugaba de niño a emular riffs de guitarra frente al espejo de su casa en Villamediana, ha llevado sus creaciones a los festivales y salas más importantes del mundo.
En sus 8 años viviendo en Berlín y trabajando como DJ tuvo oportunidad de conectar con músicas de todo el planeta y empaparse de ritmos, influencias y estilos, a veces de moda y otras desconocidos, que fueron enriqueciendo su bagaje al tiempo que realizaba giras por Europa y América Latina. No esperaba, sin embargo, que ese camino tuviera como destino el regreso a casa: a la tierra y a las raíces.
«La música siempre me ha ido llevando: desde Salamanca, Madrid o Barcelona, donde viví un tiempo, hasta por supuesto Berlín». Y de la misma manera iba transitando de unos estilos a otros, nos cuenta desde su estudio actual en Ampudia.
Fue en una época en la que jugaba con ritmos de Latinoamérica y África, en el 2017, cuando, en mitad de un concierto del DJ ecuatoriano Nicola Cruz, al otro lado del Atlántico, sintió que era el momento de virar. «Estaba trabajando con el folclore de latitudes muy lejanas. De pronto, me pregunté por qué no estaba haciendo música de mi tierra. Cuando volví a Berlín, mi amigo Diego Piñeiro y yo comenzamos a investigar». En la capital alemana encontraron dos vinilos descatalogados: uno con folclore de Salamanca y otro, más genérico, de música castellana. «Fue un descubrimiento: empezamos a samplearlo, a experimentar… Y eso nos llevó a interesarnos más por toda la música de la Península Ibérica, desde la muñeira hasta el flamenco».
De ahí surgió el sello discográfico Samain Music, con el que editaron un primer trabajo llamado Villalar.
«Trabajamos con todo tipo de folclore ibérico, que es inmensamente rico. A pesar del éxito de la world music, el folclore de nuestro territorio está sin explorar, cuando en pocos lugares del mundo se da tanta variedad cultural y musical como en España y Portugal, con esas influencias de pueblos que llegaron, conquistaron y dejaron su huella».
Poco a poco comenzaron las colaboraciones: desde un cantaor flamenco de Sevilla hasta una bailarina jotera, un intérprete de bandurria, un percusionista… «Y de manera natural, me fue llamando mi tierra cada vez más».
Antepasados
Fue así como se interesó específicamente por poner en común la tradición rítmica y tímbrica castellana y leonesa con la música electrónica. Un proyecto que cristalizó en Castora Herz, en homenaje a su abuela, Castora Hernández. Bajo ese nombre artístico, y tras una máscara con forma de lechuza –el animal que sabe mirar de verdad-, comenzó a llevar a las salas y festivales piezas en las que suenan pitos castellanos, panderos cuadrados, castañuelas o botellas de anís. Temas que recogen tonadas de la Montaña Palentina, charros o jotas terracampinas.
A finales de 2020, animado también por circunstancias familiares, Zimi Matilla decide regresar a Palencia, a la casa familiar en Ampudia, y establecer su estudio aquí. «Pensaba venir por un tiempo y aprovechar para investigar y trabajar con músicos con los que estaba en contacto. Pero me quedé. Primero porque estoy más tranquilo aquí que en Berlín, pero también porque es la tierra de donde sale la música que estoy haciendo ahora y, por tanto, es donde tengo que estar».
Sabía que alejarse de los circuitos de la electrónica era arriesgado, pero confiesa que ha sido capaz de mantener el ritmo de actuaciones en directo y giras por España y el extranjero. «Este verano, en Berlín, era increíble ver a los alemanes bailar jotas de mi tierra», comenta divertido.
Y es que en este tiempo ha lanzado proyectos como los recopilatorios Codex Futura Vol. I, Vol. II y Vol. III o El Naán Remixes, además del tema principal de la película Comuneros y otras colaboraciones que han hecho crecer a Castora Herz paulatinamente. También gracias a colaboraciones con artistas que ya forman parte del proyecto Castora Herz y ‘‘La Cuadrilla’’, como el percusionista e investigador Sergio López o los bailarines Lucía López y Quique Arias, con quienes actúa en directo.
Entre sus próximos proyectos destaca la edición de un EP el próximo mes de noviembre dedicado, nada menos, que a la jota castellana.
«Los ritmos tradicionales son ternarios o mixtos, mientras que la electrónica se basa en el cuatro por cuatro. Eso hace que ésta sea una música muy experimental, distinta, pero que sin embargo funciona», tal y como va comprobando en festivales y sesiones en directo. Además, conecta con un camino iniciado por otros artistas, desde Baiuca hasta Rodrigo Cuevas pasando por El Naán, donde se elimina el sesgo negativo sobre las tradiciones del mundo rural, que se observan ahora con una mirada diferente.
«Es una tendencia que estoy observando», coincide Matilla. «Pero sobre todo, lo que estoy viendo es que hay una generación que está mucho más orgullosa de ser de donde es». En su caso, afirma estar descubriendo «un mundo hermosísimo, que llegado un momento no podía creer que existiera. Empecé en Berlín y, aquí, he continuado trabajando, asistiendo a cursos de percusión y danza y empapándome del trabajo de los folcloristas con los que colaboro», tanto desde el sello discográfico Samain como desde Castora Herz.
Samain Club
Y compartir ese aprendizaje es parte del proyecto. A principios del verano organizó en Madrid la sesión Samain Club, que repite el próximo 30 de septiembre a las 20:00 horas en la sala Cientocero de Valladolid. Se trata de un evento audiovisual de música en directo, DJ, danza, VJ’s y otras disciplinas artísticas donde el folclore ibérico y las tradiciones penisnulares se mezclan con las nuevas formas de entener la música y el arte contemporáneo.
Actuará Castora Herz y la Cuadrilla y se presentará el proyecto Delameseta, formado por el DJ Chacho Cósmico junto con la bailarina Lucía López. Las entradas están a la venta en Palencia en Lina Morgan Freeman (C/ Rizarzuela 8) y en wegow, junto a otros locales de Valladolid.
Además, se celebrará un taller de danza de raíz a cargo de la propia Lucía López la semana previa, los días 23 y 24 en Andén 47; y un taller de percusiones ibéricas con Sergio López, el mismo día 30 en horario de mañana, en Andén 47. Para ambas formaciones es preciso inscribirse en los teléfonos 683 18 38 47 y 635 68 52 68, respectivamente.
