El consumo eléctrico en la industria de Castilla y León cae un 3,3%, con bajadas en todas las provincias salvo en Palencia y Segovia
La demanda total de energía en la Comunidad entre enero y noviembre de 2023 se queda en 10,5 millones de megavatios hora, un 1,9 % menos que el año anterior
R. Travesí / ICAL
El consumo de electricidad en la industria de Castilla y León cayó un 3,3 por ciento el año pasado, en concreto entre los meses de enero y noviembre, en comparación con el mismo periodo de 2022. Un descenso que fue casi generalizado en el sector industrial de la Comunidad, con bajadas en todas las provincias salvo en Palencia y Segovia. Destacó el caso de Burgos, uno de los territorios más industrializado, donde bajó un 7,4 por ciento, seguido de Soria, con un 6,8 por ciento.
Después de que el consumo eléctrico de la industria en la Comunidad recuperara en 2021 y 2022 las cifras prepandemia, el último año (de enero a noviembre) ha caído un 3,3 por ciento. Un porcentaje que es superior al descenso registrado en el conjunto de España, donde bajó un 1,9 por ciento, según los datos de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta, recogidos en el informe sobre la situación económica y social de Castilla y León en 2023 del Consejo Económico y Social (CES) y consultados por la Agencia Ical.
Las provincias de Burgos (-7,4 por ciento), Soria (-6,8 por ciento) y Salamanca (-4,8 por ciento) estuvieron por encima de la caída de la media autonómica. Les siguieron las bajadas registradas en Valladolid (-2,6 por ciento), León (-2 por ciento), Ávila (-1,9 por ciento) y Zamora (-0,8 por ciento). Por el contrario, hubo aumentos del consumo de la electricidad de uso industrial en Segovia (2,8 por ciento) y Palencia (0,8 por ciento).
La demanda total de energía eléctrica en la Comunidad entre enero y noviembre de 2023 se quedó en 10,5 millones de megavatios hora (MWh), un 1,9 por ciento menos que el año anterior, en términos similares al del país, con una bajada del 1,8 por ciento. El total se repartió entre los 4,8 millones del uso industrial y servicios; los 3,2 millones de otros usos y los 2,5 millones contabilizados en los hogares. La bajada importante del consumo industrial contrasta el descenso, casi imperceptible, de la demanda de electricidad entre las familias, donde apenas cayó un 0,3 por ciento, una décimas menos que el retroceso en el conjunto de España.
En el apartado del consumo de uso residencial, todas las provincias registraron caídas, salvo Segovia (4,4 por ciento) y León (0,6 por ciento). La mayor bajada tuvo en lugar en Soria, con un descenso del 3,1 por ciento. Le siguieron Palencia (-1,3), Salamanca (-1,1), Burgos (-1) Valladolid y Zamora (-0,8 por ciento, en cada caso) y Ávila (-0,4 por ciento).
El peso de la demanda de electricidad de cada provincia sobre el total autonómico se mantiene prácticamente estable. Continúan como las grandes consumidoras Valladolid (20,5 por ciento, con 2,1 millones de MWh a falta de los datos de diciembre) y Burgos (19,5 por ciento, con dos millones). A continuación, aparecen León (16,8 por ciento del total, con 1,7 millones de megavatios) y Salamanca (11,3 por ciento, con 1,1 millones). Por debajo del millón de MWh, según los datos consultados por Ical, están Palencia (895.477, con el 8,5 por ciento del total regional), Segovia (799.229 MWh, con el 7,6 por ciento), Zamora (617.872 megavatios, con el 5,8 por ciento), Soria (574.704 MWh, con el 5,4 por ciento) y Ávila (521.419 megavatios, con el 4,9 por ciento).