Las provincias de Ávila y de Valladolid se sitúan en niveles de riesgo alto en los indicadores de incidencia acumulada del COVID-19 a 14 y a 7 días pese a la flexibilización de los baremos aplicada en el ‘semáforo COVID’ hace unos días, lo que ha elevado a 300 por cada 100.000 habitantes la tasa que marca el paso al riesgo 3 (‘alto’) y a 500 la del riesgo 4 (‘muy alto’).
El apartado de Situación epidemiológica del coronavirus en Castilla y León de la web de Datos Abiertos de la Junta introdujo este lunes los cambios en los baremos de incidencia, así como dos nuevos indicadores de hospitalización –tasa de ingresos por cada 100.000 habitantes en los últimos 7 días–.
Debido a la evolución de la pandemia, las cifras marcadas para el cambio de nivel se han aumentado tanto en la incidencia semanal como en la de los últimos 14 días, lo que ha permitido que los niveles de riesgo sean más reducidos que la pasada semana. Así, el conjunto de la comunidad figura ahora en riesgo ‘medio’ en incidencia a 14 días, con 251 casos por 100.000 cuando hoy mismo habría pasado a riesgo ‘muy alto’ de acuerdo con los baremos vigentes hasta hace unos días.
Pese a esa flexibilización hay dos provincias que están en nivel ‘alto’, se trata de Valladolid, que acaba de alcanzarlo este martes, según los datos de positivos notificados hasta ayer lunes, al situarse unas décimas por encima de los 300 casos por 100.000; y de Ávila, que ya superaba esa cifra a finales de la semana pasada pero que ha experimentado un descenso de la tasa, que se queda hoy en 392 (ayer lunes era de 400).
Se trata del primer descenso de la incidencia a 14 días en la provincia abulense desde primeros de noviembre.
El resto de provincias siguen en riesgo ‘medio’ y León es la más cerca a subir un escalón, con 267 por 100.000; le siguen Burgos, con 257; Salamanca, con 249; Zamora, con 173; Palencia, con 153; Segovia, con 139; y Soria, con 120.
En cuanto a la incidencia de casos en los últimos siete días, tanto Ávila como Valladolid y también Burgos se sitúan en riesgo ‘alto’. En este caso es la provincia vallisoletana la que presenta mayor tasa, con 178 por 100.000; seguida por Ávila, con 165 –también con varias jornadas de descenso–; y Burgos, con 157.
A continuación figuran León, a poco más de una décima de superar los 150 casos por 100.000 que supondrían el paso a riesgo ‘alto’; Salamanca, con 145; Zamora, con 108; Soria, con 84; Segovia, con 80; y Palencia, con 78.
Pese a los incrementos de las últimas semanas, ninguna provincia presenta a fecha de este martes una tasa de incidencia acumulada a 14 días más alta que la del 15 de agosto, cuando los registros mostraban ya dos semanas de descenso de los contagios desde el pico de la ‘quinta ola’, y solo León supera las cifras de esa jornada en incidencia a 7 días.
HOSPITALIZACIÓN
En cuanto a los indicadores de hospitalización, por lo general se sitúan en niveles bajos con las excepciones de Ávila, León, Valladolid y Zamora, que presentan algún indicador en riesgo alto o medio.
Se han incorporado dos nuevos indicadores que muestran la tasa de hospitalización por cada 100.000 habitantes y que también se mantienen mayoritariamente en riesgo bajo o incluso en situación de ‘nueva normalidad’ en el caso de los ingresos en UCI.
Así, en la tasa de hospitalización en planta la media es de 7,7 personas de cada 100.000 en los últimos siete días en el conjunto de la comunidad. Solo Ávila supera la tasa de 10 por 100.000, con 17,8.
En cuanto a la hospitalización en unidades de críticos, la media es de 0,46 por cada 100.000 habitantes y solo Zamora supera la tasa de 1, con 1,76.
Eso sí, en las UCI de Zamora y de Ávila ya se alcanza el riesgo alto en cuanto a ocupación, pues en ambos casos los pacientes con COVID-19 representan poco más del 15 por ciento de las camas disponibles.