La Junta de Castilla y León ha publicado este viernes la convocatoria de una nueva línea de ayudas destina a impulsar el asentamiento de pequeños negocios y de trabajadores autónomos en la Comunidad, financiando, con ayudas de hasta 10.000 euros, el desplazamiento de su actividad económica a Castilla y León
Las subvenciones, que van dirigidas a los autónomos que en estos momentos ejercen su actividad fuera de la Comunidad, se podrán solicitar a partir de mañana, 30 de octubre, y hasta el día 30 de junio de 2022.
En concreto, la convocatoria establece ayudas de 6.000 euros por cada trabajador autónomo que traslade su actividad a Castilla y León, una cuantía que se incrementará en 2.000 euros si la actividad económica se ubica en un municipio de menos de 5.000 habitantes que diste más de 15 kilómetros de una capital de provincia y en otros 2.000 euros si la beneficiaria de la ayuda es una mujer.
“De este modo, se pretende promover el emprendimiento y la actividad económica en las zonas geográficas menos favorecidas, así como el empleo femenino y el asentamiento de población en el medio rural”, explican desde la Consejería de Empleo e Industria.
Los beneficiarios de la subvención deberán mantener su actividad en la Comunidad durante un periodo mínimo de cuatro años y trasladar su domicilio fiscal y su residencia a Castilla y León y empadronarse en un municipio de la Comunidad, “todo ello en el plazo máximo de un mes desde que se le notifique la concesión de la ayuda solicitada”.
Las solicitudes deberán presentarse de forma telemática en el modelo que podrá obtenerse en la sede electrónica de la Administración de la Comunidad acompañada de la correspondiente documentación.
Según insiste la Consejería de Empleo e Industria, esta nueva línea de ayudas pretende contribuir a revertir el proceso de pérdida de población que experimenta la Comunidad, favorecer el asentamiento de población e incrementar la actividad económica y el empleo, especialmente en el medio rural, mediante la captación de trabajadores autónomos.
Para ello, la convocatoria, gestionada por la Dirección General de Economía Social y Autónomos, trata de favorecer tanto el retorno de los autónomos castellanos y leoneses que en estos momentos ejercen su actividad fuera de la Comunidad, como el desplazamiento a Castilla y León de pequeños negocios de trabajadores autónomos asentados en otros puntos del país.
“La medida trata de mantener y potenciar los movimientos demográficos que han comenzado a producirse a raíz de la pandemia llevando a un significativo número de familias y trabajadores por cuenta propia a trasladarse desde las grandes ciudades a pequeños municipios de Castilla y León, en busca de una mayor calidad de vida”, precisan las mismas fuentes que consideran que esta tendencia se puede ver favorecida por los avances tecnológicos y los procesos de digitalización “que permiten que un gran número de actividades empresariales puedan desarrollarse desde cualquier punto de la Comunidad”.