Si casi todos los municipios terminaban sus programaciones navideñas con la festividad de Reyes, en Carrión de los Condes han tenido su tradicional epílogo con la celebración del Bautizo del Niño
El Día de Reyes suele ser, en la mayoría de los hogares, la festividad que cierra oficialmente la Navidad. Momento de terminar los restos de roscón, tirar las migas de turrón y empezar a pensar en recoger el belén y el árbol. Pero Carrión de los Condes se da un precioso epílogo desde el siglo XVII: su tradicional Bautizo del Niño, que tiene lugar el domingo después de la festividad de Reyes, que este año ha caído en este 7 de enero.
Una tradición cuya organización recae sobre la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, en la que se celebra una misa especial en la iglesia de San Andrés y la conocida Procesión del Niño.
Según explican desde la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, esta tradición carrionesa se remonta al siglo XVII, al menos. De una forma similar al Bautizo del Niño en la capital palentina, tiene una antigüedad como la fiesta del Bautizo del Niño de la Capital, su fiesta conmemora la circuncisión de Jesús.
Cientos de palentinos se congregan para ver bailar al Niño al son del ‘Ea’
La cofradía está formada por nueve cofrades, que procesionan ataviados con capa castellana y una vestimenta típica denominada “Ochavín”. Después de la Misa Mayor, comienza la procesión con el estandarte de la cofradía, la imagen del Niño Jesús en la Cruz, que es llevada en andas por los cofrades por las calles de Carrión de los Condes. La procesión parte de la iglesia de San Andrés y discurre por las calles Moisés Santos, Esteban Collantes y la plaza de la Constitución, desde donde regresa por el mismo recorrido.
La imagen que procesiona es relativamente moderna, de mediados del siglo XX. Desde la cofradía explican que fue el párroco Don Vicente quien decidió la compra de esta talla, aunque la imagen antigua que procesionaba la cofradía se conserva todavía en el altar lateral de la nave izquierda de San Andrés, una talla del siglo XVII, vestida.
“Terminada procesión, en los entornos de la iglesia de San Andrés, es tradición tirar caramelos a la salida de la iglesia a la multitud congregada en la plaza”, explican.
La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, popularmente conocida como la cofradía del “Niño”, también participa en la Semana Santa carrionesa, formando parte de los oficios religiosos junto con la Cofradía de la Vera Cruz. Procesiona el paso de la Oración de Jesús en el Huerto, el Jueves y Viernes Santo.
Cada año el cofrade más veterano deja la cofradía, dando paso a la incorporación de un nuevo cofrade a través de la ceremonia de la imposición de la medalla de la cofradía, por parte del párroco. El nuevo cofrade hace la promesa de voto a las reglas de la cofradía.