Dujo cifra en 2.000 millones de euros los daños en el campo autonómico por la sequía
Asaja pide en San Isidro que la Junta tome “medidas urgentes” para paliar un año “desastroso” para la agricultura y la ganadería
El presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, defendió hoy que el campo “ha hecho mucho por el empleo y la economía regionales, y es un momento duro en el que necesitamos ayuda para paliar daños muy cuantiosos, de 2.000 millones de euros en el conjunto de Castilla y León”.
Dujo incidió, con motivo de la celebración de San Isidro Labrador, en la necesidad de lluvias, aunque advirtió de que no solucionan apenas los daños ya ocasionados en el campo, que “no van a empeorar”. Así, reclamó “a la sociedad, a los políticos y a las administraciones públicas que nos ayuden, porque peligra la viabilidad de muchísimas explotaciones, no solo agrarias, también ganaderas”.
Por su parte, el presidente de Asaja Palencia, José Luis Marcos, reclamó a la Junta “medidas urgentes” para paliar los daños que ya sufre el campo palentino, tanto en la agricultura, “severamente afectado por la actual sequía”, como en la ganadería, por la “repercusión en la falta de de pastos y en los elevados precios del forraje y de la escasa paja que van a generarse en la actual campaña”. Apuntó que este “desastre” ha llegado tras la sementera “más cara de la historia”, por el alto coste de semillas, fertilizantes y combustibles soportado para iniciar la campaña.
“La Administración central del Estado ya ha tomado unas medidas, que estamos analizando para ver cómo repercuten en cada sector, aunque ya vemos que en muchos casos se quedan cortas para la gravedad de las pérdidas, o se compensan de modo arbitrario e irregular. Pero al menos el Gobierno de España ha actuado. Pero la Junta está paralizada, no sabemos aún nada, ni está ni se la espera”, afirmó en la celebración en honor de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, con misa en la Catedral y procesión por el centro de la ciudad.
Marcos aseguró que los agricultores “están tristes” pese a que sea un día de fiesta, porque “se ha perdido mucho y, aunque llueva ahora, apenas se recuperará el campo, porque lleva todo abril y medio mayo sin lluvias”. En ese sentido, pidió a San Isidro que llueva, porque “es bueno para todo en general y puede mejorar la cosecha en algún lugar puntualmente, pero que al menos si cae no añada más perjuicios, por venir en fuertes tormentas y con granizo, y podamos recoger el poco fruto que hay”.