Investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, advierten de que se necesitan cambios radicales en el sistema alimentario para salvaguardar nuestro suministro de alimentos y combatir la malnutrición frente al cambio climático, la degradación medioambiental y las epidemias, según publican en la revista ‘Nature Food’
En su estudio afirman que nuestro futuro suministro de alimentos a nivel mundial no puede salvaguardarse con los enfoques tradicionales para mejorar la producción de alimentos. Proponen que se integren en el sistema alimentario sistemas de última generación con ambiente controlado que produzcan nuevos alimentos para reducir la vulnerabilidad a los cambios ambientales, las plagas y las enfermedades.Algas, gusanos y micoproteínas, ¿por qué es la comida del futuro?
Los investigadores aseguran que la desnutrición mundial podría erradicarse cultivando alimentos como la espirulina, la clorela, las larvas de insectos como la mosca doméstica, la micoproteína (proteína derivada de los hongos) y las macroalgas como el alga azucarera. Estos alimentos ya han despertado interés como alternativas nutritivas y más sostenibles a los alimentos tradicionales de origen vegetal y animal, informa EP.
La producción de estos “alimentos del futuro” podría cambiar el funcionamiento de los sistemas alimentarios. Pueden cultivarse a gran escala en sistemas modulares y compactos, adecuados tanto para entornos urbanos como para comunidades aisladas, como las de islas remotas. En un enfoque que los investigadores denominan “redes alimentarias policéntricas”, los alimentos podrían ser producidos localmente y de forma constante por las comunidades, reduciendo la dependencia de las cadenas de suministro globales.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores analizaron unos 500 artículos científicos publicados sobre diferentes sistemas de producción de alimentos en el futuro. Los más prometedores, como los fotobiorreactores de microalgas (dispositivos que utilizan una fuente de luz para cultivar microorganismos) y los invernaderos de cría de insectos, reducen la exposición a los peligros del entorno natural al cultivar en entornos cerrados y controlados.