El sindicato SAECYL considera insultante la puesta en marcha de un proyecto de robots en el centro cuando se adolece de plantilla y de herramientas para tratar a los usuarios
La lista que el sindicato SAECYL ha hecho de las situaciones lejos de lo que sería la normalidad en un centro de la Tercera Edad como la Residencia Puente de Hierro de Palencia, es extensa: “Grúas con cables encintados y acolchadas con gasas y vendas en las zonas rotas para evitar que los pacientes se lastimen; empalmes en los enchufes; baterías estropeadas que obligan a los profesionales a movilizar a los pacientes de forma manual, plantillas bajo mínimos… la situación de los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) y de los usuarios de la Residencia Puente de Hierro de Palencia, dependiente de Servicios Sociales, es inadmisible”, aseguran a través de un comunicado de prensa.
En el mismo, destacan que “no sólo es que los Técnicos de Cuidados de Enfermería tengan que realizar el trabajo bajo mínimos, es que también tienen que hacerlo sin medios ni ayudas técnicas adecuadas, lo que les obliga a tener que idear soluciones para que instrumentos como las grúas puedan ser empleadas sin perjuicios para los usuario”.
Y en contraprestación, desde el sindicato destacan que “la Consejería de Familia sí ha puesto en marcha un proyecto piloto con robots para prestar apoyo a los cuidados, iniciando el mismo, que está presupuestado en un millón de euros, en esta residencia palentina”.
Robots y no medios
En este sentido, desde el sindicato no cargan de inicio contra esta medida, dado que reconocen que “invertir en mejoras que faciliten la vida de los residentes siempre es un avance”, pero sí consideran “insultante” hacerlo “a costa de su seguridad y de la de los profesionales”, lo que desde su punto de vista “demuestra la nefasta gestión que la Administración está llevando a cabo de la residencia”.
Es por ello, que la responsable de SAECYL en Palencia, Gemma Gutiérrez Castrillo opina que “quizá esa partida presupuestaria debería haberse empleado en mejorar la plantilla de la residencia para evitar sobrecargas laborales entre los profesionales, y en sustituir todas aquellas ayudas técnicas rotas y estropeadas para evitar lesiones entre los profesionales y garantizar la seguridad de los usuarios”.
Del mismo modo advirtió de que “los robots, desde luego, no son ninguna ayuda cuando existen carencias tan acuciantes en el centro y, desde luego, nuestras funciones están basadas en la humanización y el conocimiento de cada uno de nuestros residentes, tampoco los robots van a mejorar aquí nuestro trabajo ni el bienestar de los usuarios”, zanjó Gutiérrez.