La Asociación de Vecinos del Barrio de El Cristo pide “justicia” para esta zona de la ciudad y, aunque celebra el “todos a una” en el Plan Director de los Cerros, asegura que el resto del barrio debe ir a la par
“¿Qué se le puede pedir al año 2022? Algo tan simple como justicia para el barrio del Cristo”. Así de sencillo y a la vez tan complicado es el deseo del presidente de la Asociación del Barrio del Cristo, Guillermo Barrios, de cara al año que está a punto de empezar. “Es en lo que se resumen las reivindicaciones históricas de los vecinos de este barrio a lo largo de los años. Justicia”.
Barrios reconoce y agradece el entendimiento al que se ha llegado en el Ayuntamiento para el Plan Director de los Cerros, pero al tiempo entiende que si “Consistorio y Diputación han querido poner el foco turístico en la escultura de Victorio Macho, es lógico que el desarrollo del barrio vaya de la mano”, defiende.
Y uno de los dedos de esa mano es la accesibilidad de las calles del barrio, paralizada “desde hace 25 años”. “Había un plan en 1997 para mejorar las aceras, pero nada se sabe ya de él y tenemos tres cuartas partes de las aceras del barrio sin rebajes, totalmente inaccesibles para personas con movilidad reducida o carritos de niños. Aceras que en algunos casos hicieron los propios vecinos del barrio en los años 60”. “Y las hay con apenas 25 centímetros de anchura, con baldosas levantadas…. Algo anacrónico cuando se defiende ciudades accesibles y para los peatones”, razona el presidente vecinal de El Cristo, reclamando una actuación en las aceras del barrio.
Sin urbanizar.
Otra de las patas de ese pretendido resurgir de El Cristo de la mano de la promoción de la estatua de Victorio Macho es el de dejar de tener la que, según Barrios, es “la única calle sin urbanizar de la ciudad. Después de lo que se ha hecho en Las Once Paradas, la calle Venezuela es la única sin urbanizar de la ciudad. Precisamente uno de los enclaves más bonitos para contemplar la escultura es el más deprimido de la ciudad”.
Y urbanizar es también la opción planteada para un solar municipal junto a la escuela infantil Casilda Ordoñez: “Donde se celebraba la pancetada durante las fiestas. La idea es que sirva de nexo entre las zonas nuevas, donde está la gente más joven y el resto de barrio. Y se trata de un terreno municipal”, insiste Barrios que apela a la voluntad política para acometer las mejoras que reclama el barrio.
En ese apartado incluye también un proyecto a medio o largo plazo como es la renovación de la dotación municipal con un nuevo centro social para el barrio. “Creemos que es el momento de ir pensado en modernizar o cambiar el que hay en la calle Cristina Marugán. Esperemos que no pase nunca nada, pero si por alguna razón tenemos que evacuarlo durante una actividad…”, evoca el presidente vecinal.
Logros conseguidos.
No todo son reclamaciones, también Barrios reconoce lo logrado y lo ejecutado por el Ayuntamiento en el popular barrio del norte de la ciudad, donde viven en torno a 7.000 personas “según el último censo”.
Ente ello destaca que la canalización del gas por fin se haya soterrado “gracias a la presión vecinal que se ha ejecutado durante muchos años”, o la instalación de iluminación en el camino Figueldo (paseo sobre la acequia). “No es que pidiéramos que mejoraran la iluminación, es que, en esa zona de importante tránsito de personas, de estudiantes hacia el Camino de la Miranda, donde los niños aprendían a andar en bicicleta, no estaba iluminada. Cuando se iba el sol, tenía que irte para casa. Pero por fin se ha logrado gracias a la insistencia vecinal, y ya están dando los últimos remates”, se satisface Barrios.
