La Cofradía de la Sentencia, la única que procesiona de costal, ‘ensaya’ por la calles de Palencia recogiendo alimentos sobre su ‘paso’ para Cruz Roja
Pocas cuestiones ayudan más a llevar a cabo una labor de forma coordinada, a afrontarla con la fuerza y la determinación necesaria, que un entrenamiento, por nimio que pueda parecer. Dar cera, pulir cera, que diría el señor Miyagi de Kárate Kid. Aunque también, siguiendo con los cinematográfico, hay quien opina que es necesario algo más que eso, “el entrenamiento no es nada. La voluntad lo es todo” que como defendía Ra’s al Ghul ante Bruce Wayne antes de convertirse este en Batman.
Ambas vertientes han puesto en ejecución este fin de semana desde Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y de María Santísima de la Esperanza. Entrenamiento y voluntad.
Entrenamiento para poder procesionar con garantías cómo nadie lo hace en Palencia, de costal portando un pesado paso, y voluntad de ayudar a los demás.
Ayer, por el centro de la capital palentina, la cuadrilla de costaleros de la cofradía sacó el trampantojo de paso con el que entrena, con el que se hace fuerte. Una especie de estructura, de chasis, sobre el que suele cargarse peso para fortalecer los cuerpos y las voluntades de quienes sacan sobre el costal al paso de Ntro. Padre Jesús de la Sentencia. 35 costaleros repartidos en siete trabajaderas.
Échanos kilos
Pero a mayores de la masa que tiene la estructura de entrenamiento, ayer los costaleros pedían más. Bajo el lema Échanos Kilos, la cofradía palentina recogía sobre el paso alimentos no perecederos para entregarlos posteriormente a Cruz Roja.
Partiendo desde la puerta de su capilla, recorrieron Juan de Castilla, Barrio y Mier y parte de la calle Mayor, hasta el monumento a la Mujer Palentina, para iniciar allí su regreso ante la mirada de los palentinos.
Junta a ellos, para dar mayor solemnidad a este entrenamiento, la Banda de Cornetas y Tambores Santísima Trinidad.
Al final del recorrido, el paso pesaba unos 500 kilos más que al salir de la Cofradía para sufrimiento de los costales de quienes iban debajo, pero también para satisfacción por haber aguantado por los que no tienen para comer.
Desde la Hermandad señalan que aún es posible depositar alimentos, hasta que se haga efectiva la entrega a Cruz Roja.