El artista palentino Castora Herz presenta su EP This is Jota, con la revisión de tres jotas procedentes de la Montaña Palentina y Zamora
Fiestas de un pueblo. Celebración popular en una localidad de Palencia. Hasta hace no mucho tiempo, casi tan necesario como el imprescindible vino español era la demostración de bailes populares. De la Jota. Del baile del grupo de danzas del pueblo, de la comarca, de la Diputación. Hasta en la capital palentina, como ‘pueblo’ más grande de la provincia se celebraban festivales de danzas y jotas recuperados este pasado año, y con el nombre de A Concejo.
Pero ya casi no quedan quienes sepan esas coplas que se cantan con la jota y que están formadas generalmente de cuatro versos octosílabos. Ni tampoco quien toque la caja o la dulzaina. El éxodo rural del siglo XX supuso el declive de la Jota…
Ya no es una música popular. No la cantan ni bailan Rosalía, Bad Bunny, Aitana, Ana Mena… ni la pléyade de artistas que copan la música pop, cuando en realidad pocas músicas son tan populares (no hablamos de comerciales), tan del pueblo, como una jota.
Pero renovarse o morir. Porque si la montaña no va a Mahoma, será la jota la que busque cómo llegar de otra forma al público. Con otro puntito. Pasando de las plazas, a las discotecas. Al menos con la posibilidad de colarse en los bares como música más que ambiental.
Es lo que pretende y ha intentado el artista palentino Castora Herz. Hacer como en el Vinted. Darle una segunda vida a lo que ya no se usa. A la jota. A tres jotas. En concreto a dos de la zona de la Montaña Palentina y a otra de Zamora.
Y lo ha hecho en su EP This is Jota en el sello Samain Club. Lo presentó hace unas semanas en Valladolid y ahora lo ha compartido.
A la base de las jotas cantadas, la pandereta, y la percusión habitual, el ampudillano Castora Herz le ha metido sintetizadores, samples y cajas de ritmos con lo que ha creado lo que ha dado en llamar la Jota Bass o Electrojota con la que reinventar este folklore casi olvidado.
Las tres son jotas versionadas son La Blanca Flor.
Jota que, por cierto, tiene esta otra llamativa versión realizada en Suecia.
La segunda jota es la Calle del Aire. Una interpretación algo más oscura, con ciertos recuerdos a Tokio Driff.
Y la tercera, Rosita de Mayo, de Rebanal de las Llantas, donde en su día la grabó Carlos Porro.
La versión de Castora Herz es mucho más psicodélica, pero también melódica con flautas que evocan a Carlos Núñez.
En este proyecto, Castora Herz cuenta con la participación de su nueva banda, La Cuadrilla, con el percusionista Sergio López (Collado Project, D’Urria) a la cabeza, tocando los ritmos tradicionales con panderos, panderetas, vieiras,y flautas, las voces de Yamila Mahmud (Trapalleiras) y Jose Manuel Sabugo “Sabu” (D’Urria), los coros de Laura Olivar (Trapalleiras) y el saz eléctrico de Luis Lacambra (Trova Hermética).
Cabe recordar que Samain Music es un sello discográfico fundado por Castora Herz en Berlín en 2019, con el objetivo de dar a conocer en Centro-Europa la amplia gama de tradiciones musicales ibéricas, y mezclarlas con música diferentes estilos de música electrónica y desde el que ahora también potencia este proyecto.
Para que, si no hay festivales ni demostraciones de jotas en las fiestas de nuestros pueblos, al menos en la discoteca móvil, ahora casi tan obligatoria como el vino español, las jotas puedan tener una posibilidad de renacer, sin desmerecer.
