La colección está compuesta por 42 obras, entre las que destacan seis retratos, 15 obras paisajísticas de zonas rurales, paisajes generales y marinas
La nueva exposición de José Luis Onecha (Dueñas, Palencia, 1954), que se puede visitar en el Centro Cultural Provincial hasta el 26 de noviembre, refuerza una faceta que el pintor eldanense ya había cultivado a lo largo de su ya larga trayectoria artística: El ser humano, el hombre y la mujer en diferentes facetas de la vida cotidiana y social.
De Onecha conocíamos los retratos, de fuerte carga psicológica, ya sea de personas conocidas o anónimas, como dos potentes rostros de dos hermanos, pero ahora nos adentra en un mundo más amplio. Las miradas se han diversificado, el término se mide en plural. Son las miradas al pasado, al recuerdo de sus padres y familiares, y las miradas al presente en una serie de retratos de exiliados, de desplazados, todos ellos de gran formato.
Unas soberbias imágenes de uno de esos exiliados recostado en el reposabrazos de un banco en un lugar cualquiera titulado ‘Siesta’, otro sentado y una maternidad constituyen ejemplos de la preocupación social de Onecha. Las figuras aparecen exentas, sin ninguna ambientación ni escenario. Reflejar la condición social del ser humano es prioritario, en este caso de personas melancólicas, nostálgicas, desubicadas, solitarias. Estos retratos se completan con materia plástica, pinceladas, pigmentos, coloresr. Estos fondos se revelan muy matéricos, con incisiones cromáticas, como dentelladas, que los salpican infiriendo más fuerza plástica.
Las nuevas miradas de Onecha profundizan en su lado más humano, miradas que son fruto de la comprensión, la contemplación y el respeto a la vida, según señala el pintor en el tríptico editado por la Diputación para anunciar la exposición. “Mi objetivo social es crear un diálogo entre el espectador y mis obras”, añade. Son imágenes las de estos inmigrantes de denuncia, pero no agresiva, una metáfora del refugiado. El pintor busca una mirada cómplice del espectador hacia estas personas, evocando sensaciones y emociones conmovedoras. Todo ello sin renunciar a la precisa y trabajada técnica pictórica que caracteriza al artista eldanense, que traslada al resto de su obra.
Una obra que mantiene como temas prioritarios de su producción, ejecutada en óleo sobre tabla, los paisajes cerrateños –en una combinación de arquitectura rural, horizonte celeste y vegetación–; las marinas –con la combinación en este caso de cielo, agua, playa y barcos–, y el Canal de Castilla –con la presencia de la esclusa y el discurrir de sus aguas–. En estas obras adquiere protagonismo también la luz. La pincelada se hace en estas obras más concisa y el color se abre, dentro de la variedad que emplea el pintor, a tonos cálidos, con los que crea bellas imágenes de Campos y del mar, que en algunos casos se potencia con el formato apaisado del cuadro.
Onecha no se olvida de Puentecillas, el emblemático paso sobre el Carrión en la capital palentina. La producción de cuadros con este motivo es tan amplia que en algún comentario he calificado a Onecha como el pintor de Puentecillas. Lo ha retratado en las vertientes que le permiten explorar todas las posibilidades plásticas: en invierno, otoño, verano, primavera, diurno, nocturno…, siempre captando con maestría la luz, las sombras, el reflejo del agua, la materia pétrea, la vegetación que envuelve las riberas y su entorno.
La pintura de Onecha ya había alcanzado madurez y oficio, frutos ambos de una larga trayectoria y de una vida dedicada a la pintura, que le ha permitido ahora potenciar esa madurez y ese oficio con obras de una excelente calidad plástica, como los dos interiores de la iglesia de Santa María de la Asunción de Dueñas correspondientes a las naves central, con el retablo principal al fondo, y de la epístola, dos cuadros en los que una tenue luz adquiere un mayor protagonismo.
La exposición de la sala de la Diputación incluye un elemento también nuevo en la obra de Onecha, una colección de máscaras que el artista creó en sus primeros años de vida artística y que nunca había expuesto. Con el título de ‘Aquelarre. Goya’ y creadas en cartón piedra, estas ocho piezas expuestas representan a personajes teatrales de un drama, con gesto aterrorizado, ojos ahuecados, nariz aguileña y tez cadavérica. Todo un aquelarre para homenajear a un clásico de la pintura española de los que Onecha toma como referencia.
Ficha de la exposición
Pintor: José Luis Onecha.
Título: Miradas.
Sala: Centro Cultural Provincial de la Diputación de Palencia.
Fecha: Hasta el 26 de noviembre.
Horario: De lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00. Los domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.