La provincia leonesa presenta los peores datos en lo que va de año
Elena F. Gordón / ICAL
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, presentó hoy los datos de siniestralidad en carretera de los pasados julio y agosto, en los que Castilla y León contabilizó 21 muertes, lo que supone la cifra más baja de la serie histórica de los últimos diez años.
En julio se registraron siete muertos en otros tantos siniestros -11 menos que en 2022- y hubo 24 días con cero fallecidos, mientras en agosto la cifra se elevó a 14, dos más que en 2022, y se llegó a 21 días con cero accidentes mortales, pero uno con dos el domingo 6 y el martes 15 -festivo- se produjo un siniestro con tres fallecidos.
Uno de cada tres accidentes mortales tuvo lugar en vías convencionales -15 fallecidos, con una bajada de nueve, lo que supone un 37,5 por ciento menos respecto a 2022-. En autopistas y autovía se contabilizaron seis muertes, la misma cifra que el pasado año. Hubo seis fallecidos menos en los casos de desplazamiento en turismo y en el caso de los camiones no se produjo ningún siniestro mortal -hubo tres el pasado año-.
De la cifra global de 21 muertes que lamentar -11 mujeres, cuatro más que en 2022-, siete fueron de usuarios considerados vulnerables; dos peatones, un conductor de ciclomotor y cuatro de motocicleta. El perfil del motorista fallecido es el de un varón con experiencia en la conducción, de entre 27 y 49 años.
La salida de vía es el tipo de accidente mortal que acapara el 57 por ciento del total, con 12 víctimas. Se contabilizaron nueve fallecidos de 45 a 54 años, tres de más de 65 y ninguno de menos de 14 (el pasado año hubo uno). En tres de los accidentes mortales de turismos y furgonetas los fallecidos no llevaban puesto el cinturón de seguridad. En julio y agosto Castilla y León contabilizó 10.298.770 de desplazamientos de largo recorrido, 4,68 por ciento más que en 2022, siendo la cifra de julio de 4.118.500 y la de agosto de 6.180.234.
Soria presenta un incremento de un nueve por ciento en los siniestros mortales este verano mientras en el resto de provincias hay un descenso y Valladolid y Palencia no tienen que lamentar ningún fallecido en julio y agosto en sus carreteras.
En 2023 no se ha producido ningún accidente mortal provocado por animales en las carreteras de Castilla y León , pero se estudiará si se puede hacer algo al respecto tras la implicación de oso en siniestros recientes.
León, la peor
Barcones presentó los datos en León, la provincia que presenta las peores cifras de siniestralidad en carretera en lo que va de año, con 17 fallecidos, lo que supone diez más que en los ocho primeros meses de 2022 y un crecimiento de un 70 por ciento.
“En 2022 la única donde hubo descenso fue León, pero este año es la que registra el mayor incremento. Hay que insistir mucho en el llamamiento a la ciudadanía. Son cuatro en lo que va de verano y el año pasado eran dos”, señaló y destacó que de los fallecidos en julio y agosto tres lo fueron por distracción o cansancio.
La delegada hizo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana. “Detrás de todas estas cifras está la vida de las personas. El objetivo de recabar estos datos es ver dónde centramos los esfuerzos e insistimos para salvar vidas en las carreteras de Castilla y León. Por mucho que se insista y se intente hacer cosas, si no contamos con la colaboración ciudadana esto va a ser muy difícil. Las normas de tráfico y seguridad vial tienen el único objetivo de salvar vidas”, dijo y lamentó, por ejemplo, que todavía haya conductores o pasajeros que no se ponen el cinturón de seguridad.
El sector de Tráfico de la Guardia Civil llevó a cabo en julio y agosto 116.117 pruebas de alcoholemia en toda la Comunidad, de las que 913 dieron resultado positivo. “Vamos avanzando en la concienciación ciudadana”, señaló antes de detallar que de las 1.566 pruebas de drogas practicadas, un total de 646 arrojaron un resultado positivo.