La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, visita las obras de mantenimiento que se están llevando a cabo en los puentes sobre el río Pisuerga de la autovía A-231. / ICAL

La consejera de Movilidad visita la actuación en los dos puentes que sirven para salvar el curso del río Pisuerga a la altura de Melgar de Fernamental y cuya finalización se prevé para octubre

La Junta de Castilla y León ha invertido más de 1,6 millones de euros en los trabajos de conservación preventiva, rehabilitación y repintado de cuatro viaductos integrados dentro del trazado de la autovía A-231, conocida como Autovía del Camino de Santiago, que une las ciudades de Burgos y León, a través de la provincia de Palencia.

La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, visitó hoy la actuación que, integrada dentro del plan de mantenimiento de la Red Autonómica de Carreteras, en el ámbito destinado a la preservación de puentes, se está llevando a cabo en estos momentos en las dos infraestructuras que sirven para salvar el curso del río Pisuerga, a la altura de la localidad burgalesa de Melgar de Fernamental.

La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, visita las obras de mantenimiento que se están llevando a cabo en los puentes sobre el río Pisuerga de la autovía A-231. / ICAL

La consejera explicó que esta actuación “es similar a la que, dentro de este mismo proyecto, ya ha concluido en otros dos puentes ubicados en el entorno del municipio palentino de Carrión de los Condes”.

1,6 millones para conservar cuatro viaductos de la autovía del Camino de Santiago

Las obras consisten, explicó, por un lado en “preparar los accesos para toda la maquinaria y los acopios de materiales en un sitio como en el que nos encontramos ahora mismo” y agregó que “también esa labor preventiva con una limpieza con agua a presión y con un chorro de arena para quitar esas posibles oxidaciones y un tratamiento con pintura ‘epoxi’ con zinc, protección e impermeabilización de la infraestructura para darle la mayor durabilidad posible” y “finalmente también actuar en las juntas de la hidratación y en los apoyos cambiando esos neoprenos”.

Así, las obras en estas cuatro estructuras metálicas, que fueron construidas entre los años 2002 y 2003 con diferente tipología (celosía y arco) y cuentan con una longitud aproximada de 160 metros, se establecen en varias fases. La primera de ellas consiste en la adecuación de accesos, montaje de andamios y elementos de protección tanto en el propio puente como en los entornos.

En segundo lugar, está contemplada una protección anticorrosiva, consistente en el lavado con agua a presión y chorreo de arena de sílice para eliminar el revestimiento preexistente. A continuación, una capa de imprimación a base de resina ‘epoxi’ enriquecida con zinc, otra de impermeabilización y una última de poliuretano de altas prestaciones para proteger el metal de los rayos ultravioletas y las inclemencias meteorológicas, “consiguiendo, con ello, una alta durabilidad, prefijada entre los 15 y los 25 años, y una resistencia a la corrosión extrema, similar a la de los barcos”, manifestó González Corral.

La circulación no saldrá de la A-231 durante la rehabilitación de los puentes sobre el Carrión

En tercer lugar, el proyecto recoge la sustitución de las juntas de dilatación de los tableros; posteriormente la recolocación y sustitución de los apoyos de neopreno y, finalmente, la impermeabilización de las juntas entre zócalo y viga metálica o entre zócalo y losa de hormigón, “en lo que supone una intervención integral que busca, por un lado, alargar la vida útil de estas infraestructuras, y, por otro, garantizar las máximas condiciones de seguridad para los usuarios de esta autovía”, declaró la consejera.

“El objetivo primordial de todas las iniciativas que llevamos a cabo desde la Consejería en materia de Carreteras es mejorar la seguridad vial de la Red Autonómica, ya sea con la instalación de señalética inteligente, como pueden ser las de aviso del riesgo de cruce de fauna silvestre; con la mejora de los sistemas de información a través de la aplicación de las nuevas tecnologías, como los sensores que nos indican la posibilidad de heladas o el nivel de llenado de los silos de fundentes en la campaña de vialidad invernal; o, como en este caso, con la conservación y/o mejora de las infraestructuras viarias de titularidad autonómica, que hay que recordar que suponen más de 11.500 kilómetros en toda Castilla y León”, apuntó.

11.500 kilómetros

“Estas obras se contemplan dentro de ese plan de conservación y de mantenimiento de esos más de 11.500 kilómetros que discurren por todo nuestro territorio de carreteras autonómicas y que además más allá de estos temas de conservación, recogen también y siempre ligados a la seguridad vial

otras actuaciones que hemos podido ir visitando en estos últimos meses, como son las señalización inteligente para evitar accidentes con la fauna silvestre o esa apuesta por nuestra plataforma de territorio rural inteligente en cooperación con la Dirección General de Carreteras en la que también podemos incluso llegar a predecir heladas o ver cómo están los silos en cuanto a esa campaña invernal que en breve o en unos en unos meses comenzaremos”, manifestó en declaraciones a los medios.

Contrato de conservación

La intervención en los cuatro viaductos no es la última novedad al respecto de las inversiones en la A-231, ya que, tal y como explicó la consejera, el pasado 13 de julio se suscribieron los dos contratos de conservación de la autovía, uno para cada uno de los dos tramos en los que se encuentra dividida administrativamente (Onzonilla-Carrión de los Condes y Carrión de los Condes-Burgos), y que, en su conjunto, supondrán más de 18,5 millones de euros para los próximos cuatro años.

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