El torero peruano triunfó en una tarde distinta y vistosa con una buena corrida de Nuñez del Cuvillo
Esta tarde, destaca la ausencia de Morante de la Puebla en una corrida mixta con el rejoneador Diego Ventura y la despedida de El Juli en Palencia
Lo bonito de una feria es que cada festejo sea distinto. El esfuerzo de los empresarios por traer diferencias en cada tarde se está cumpliendo. Ayer, el público palentino se rindió ante un descomunal Roca Rey, que torea como quiere y cuando quiere. Menos suerte tuvieron un descafeinado José María Manzanares y un muy voluntarioso Tomás Rufo ante más de tres cuartos de entrada en el coso de Campos Góticos que, por cierto, saludó con sentidos vítores a Félix López El Regio, que este año celebra el 50 aniversario de su alternativa.
Comenzó Manzanares toreando a la verónica y aguantó bien su primer toro en el caballo un puyazo profundo. Inició su faena con sus habituales pases, ya sea en Madrid, en Palencia o en Sebastopol. Por la lzquierda algo mejor, pero nada nuevo bajo el sol. Estoconazo hasta la bola, se asfixió el Cuvillo. Fuerte petición de la oreja, que no concedió, incomprensiblemente, el presidente.
Después de alisar el renovado albero de la plaza, con algo menos arena que en el día anterior, José Mari Manzanares trató de hacer lo imposible por transformar al Nuñez del Cuvillo en un buen toro, lo que le resultó imposible. Se fue de vacío y con sonido de viento en su despedida.
‘Ponderoso’ fue, sin embargo, el más ligero de los animales del sorteo. Roca Rey toreó a gusto el primero de su lote con el capote, mezclando verónicas y chicuelinas para cerrar con una rebolera, mirando a los tendidos. Después de marcarle, le hizo el quite pasándose el capote por detrás. Tras brindar al público, se puso de rodillas y le citó desde los medios y lo toreó por bajo en una primera tanda sencillamente emocionante. Siguió entregándose a su rival con esmero y valentía, que le sobra al torero peruano. Por la izquierda le pasó tan cerca que no había espacio ni para un alfiler. Y así, hasta el final, dando al público varios molinetes y redondos. Tras una muy fina estocada, dos orejas y a seguir.
En el quinto salió al ruedo con la tranquilidad de tener el triunfo asegurado. Llevó con torería a su segundo hasta el caballo. Detalle de pureza del torero de plata, Fernando Sánchez, en el tercio de banderillas. Le dio mucho espacio al Nuñez del Cuvillo, ‘Contento’, negro de 595 kilos, el más pesado del sorteo de hoy. Andrés Roca Rey se plantó en los medios y toreó con templanza, quietud y oficio, virtudes que derrocha el natural de Lima. Dos orejas requetemerecidas después de una certera estocada.
Dejó pasar Tomás Rufo a ‘Pocarropa’, castaño de 532 kilos para que su cuadrilla le pusieran banderillas a placer. Brindó a los tendidos para luego torear muy estirado, a gusto por los dos pitones, con mucha calma, mientras el toro iba perdiendo el interés por embestir. Cierre con manoletinas y dos pinchazos, el primero en una de las banderillas, que le privaron del triunfo al jovencísimo torero toledano.
Apretó los dientes Tomás Rufo con el último de la tarde intentando ir a por todas desde el inicio de la faena a pies juntos citando a tablas. Es un torerazo de una clase absolutamente magistral. Y lo demostró con lo que resultó ser el peor lote de la tarde. Otro pinchazo le privó de la puerta grande, pero recibió un apéndice gracias a la fuerte petición del público. En definitiva, tarde bonita, distinta y vistosa extraordinaria goyesca la que se vivió en Campos Góticos.