Villamuriel de Cerrato es la localidad elegida dentro del estudio que un grupo de investigación en antropología desarrolla sobre la tradición de las peñas, a iniciativa de la cervecera Mahou, con el objetivo de pedir su declaración ‘BIC’ ante la Junta
Haz clic aquí para participar en el estudio respondiendo a un cuestionario
Parecen estar ahí desde siempre, en las fiestas patronales de nuestros pueblos. Una tradición social imperturbable en el último siglo. Las peñas son, hoy en día, toda una institución que pone en valor la fiesta, la celebración y el sentimiento de pertenencia a una comunidad.
Este verano, inundarán como siempre las calles y las plazas con su humor, música y jolgorio. Pero con una particularidad: estarán siendo observadas con más detenimiento de lo habitual.
Porque una iniciativa de la cervecera Mahou está promoviendo un estudio que arrope la petición popular de solicitar ante la Junta de Castilla y León la declaración de las peñas como Bien de Interés Cultural, primero, y como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Mahou tomó la inciativa el pasado año con un primer homenaje a las peñas, y en esta ocasión, los esfuerzos se redoblan para armar una candidatura potente que, primero, logre el reconocimiento como BIC. Por ello, ha impulsado una investigación coordinada por uno de los expertos de mayor renombre en la materia en España, Honorio Velasco, catedrático emérito de Antropología Cultural de la UNED.
«Un estudio antropológico para destacar la importancia y el valor cultural de estas organizaciones en diversas esferas, involucrando a las peñas de forma activa en la solicitud de este reconocimiento», aclara la firma cervecera. El trabajo de campo se realizará durante este verano en las fiestas de localidades de las nueve provincias de Castilla y León. Y en la nuestra, llegará a Villamuriel de Cerrato, donde además se apoyará a las más de 40 agrupaciones con la ‘‘Charangoneta’’ de Mahou para celebrar un vermut musical el día 16 de agosto, festividad de San Roque.
Las Peñas de Villamuriel serán ‘5 estrellas’ con Mahou en las fiestas de agosto
Su importancia en Palencia
A propósito de esta iniciativa, nos hemos preguntado por la tradición de las peñas en Palencia.
En la capital, por ejemplo, son una pieza insustituible de las fiestas de San Antolín, Feria Chica y otras celebraciones a lo largo del año. «Para mí las fiestas de Palencia forman parte de un proceso identitario y la fiesta es un momento de convivencia en común, de disfrutar juntos, de reconocerse. El saber que tienes unos vecinos con los que disfrutar de la vida. Las fiestas son convivencia. Y las peñas forman parte de esa convivencia, de esa animación de la vida social de la ciudad. Y como forman parte de este proceso de identidad, para mí son importantes», considera el concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Fran Fernández.
Enrique Delgado, coordinador del grado de Antropología en la Facultad de Educación de Palencia –que, por cierto, mantiene abierta su matriculación para el próximo curso-, apunta que hay muy pocos estudios que contemplen las peñas desde una perspectiva antropológica. Tampoco desde otras perspectivas.
Sin embargo, se sabe que «las peñas más antiguas, las de Pamplona, tienen poco más de un siglo. Todas las demás, en Castilla y León datan de mediados los años 1960 a la actualidad». Fuera de esa regla general, añade el experto, está la Sociedad Unión Artesana de Burgos, que fue fundada en 1908. Y ahí puede estar el origen primigenio, cuadrillas de artesanos como la Unión Artesana de San Sebastián (Donostia).
«El origen del resto son las cuadrillas de amigos que convergen para montar la asociación. Hay un estudio antropólogico para las peñas oscenses, surgidas en 1956». En sus inicios, se trata principalmente de peñas masculinas en el que las mujeres están excluidas o, como mucho, se las considera invitadas, una discriminación que se mantiene en la mayoría de los casos hasta el final de la dictadura o incluso hasta los inicios de los años 1980. Y arrastran el problema de que «están indisolublemente unidas a la fiesta taurina, la bebida y las canciones machistas», sobre todo en esa época.
Pero saben evolucionar y adaptarse a la realidad de la sociedad en los siguientes años, hasta convertirse en lo que son hoy. «El acierto de las peñas actuales es su carácter intergeneracional, mantener el modelo procesional, que gusta a una sociedad mirona y poco participativa, y el bullicio que aportan a la fiesta», indica el coordinador de Antropología en la Facultad de Educación de Palencia.
« Las peñas trasladan las charangas a la calle, la llenan de ruido y animación, desacralizan en cierto modo la fiesta (unida a las ceremonias religiosas y los bailes de sociedad), para dejar participar a los jóvenes irreverentes»
La fiesta en la calle
Y esa manera de ser de las peñas es la que termina por configurar cómo festejamos en nuestros pueblos y capitales pequeñas. «La principal aportación de las peñas es la de trasladar la fiesta popular a la calle, hasta ese momento encorsetada en unos programas festivos muy rígidos y bastante aburridos. Las peñas trasladan las charangas a la calle, la llenan de ruido y animación, desacralizan en cierto modo la fiesta (unida a las ceremonias religiosas y los bailes de sociedad), para dejar participar a los jóvenes irreverentes».
Dicho de otro modo: son los propios vecinos del pueblo los que rompen la rigidez de la sociedad de la época, en las que la fiesta estaba unida principalmente a las procesiones, las misas y las recatadas tradiciones religiosas. Es tiempo de fiesta, de brindar y de divertirse, tal vez como hicieran las poblaciones paganas de la tierra, mucho tiempo atrás.
Las peñas en el futuro
Y en el futuro, en un momento en el que muchos reivindican la vuelta al pueblo y la identidad de un mundo rural al que le pesa todavía un sesgo negativo, las peñas podrán ser agentes importantes en esos cambios.
Tal y como considera el profesor de la Universidad de Valladolid, «en el futuro debieran reformular su presencia en las fiestas, contribuyendo al cambio de modelo: un modelo basado en eventos y en espectadores, para conferir mayor interés a la convivencia, la actividad de las gentes, la confraternización entre distintos y la mayor entidad de la actividad cultural festiva».
De no hacerlo, advierte, «corren el riesgo de convertirse en estructuras del pasado y no en asociaciones del futuro». A buen seguro, el impulso joven que las define contribuirá a avanzar hacia adelante, garantizando su pervivencia.
Buenos días. Mi nombre es Paz Gómez del Grupo de Investigación Etnografía y Patrimonio Inmaterial. Agradeceros en mi nombre y en el de mis compañeros la publicación de las noticias sobre este estudio que estamos realizando sobre las peñas. Si fuera posible, os rogaría -si así lo estimáis- que se incluya el link directo al formulario de las peñas para que puedan cumplimentar dicho cuestionario y participar en el estudio.
Muchas gracias de antemano
https://forms.gle/oyEMdGXzjWEvkBUX6
Por supuesto, muchas gracias