El ITACyL plantea, por segunda vez, la creación de un parque solar para abastecer de electricidad a dos de las cuatro bombas con las que se riegan casi 850 hectáreas en el Cerrato
El Cerrato se ha convertido de una parte hasta ahora en una mina de energías alternativas. Molinos de viento, de los más grandes de la provincia y mares de placas solares en lugares en los que antes se cultivaba… Esto, como en otras partes de la provincia y del país, ha provocado el recelo de los agricultores que se quedan sin tierras que arrendar porque pagan mejor las energéticas que lo que pueden cotizar ellos.
Pero las energías limpias también tienen un lado positivo para la agricultura. Bien lo saben en los regadíos de la Comunidad de La Huelga y Vega de Becerril del Carpio, donde el agua se mueve gracias a la energía solar y con coste cero.
Y es lo mismo que se pretende hacer en la Comunidad de Regantes San Isidro de Soto de Cerrato. Comunidad en la que están incluidas 841 hectáreas de regadío en los términos municipales de Soto de Cerrato y Reinoso de Cerrato. Para ello se instalará un parque solar de unas 2 hectáreas.
Segunda licitación
Pero este parque solar llega tarde, alertan desde la Comunidad de Regantes de Soto de Cerrato. Porque ya debería estar en marcha. Y es que esta es la segunda vez que el ITACyL saca a licitación este proyecto que llegó a estar adjudicado su contrato formalizado en 2021 con la empresa vallisoletana Pascual de Diego “que realizó una baja de unos 200.000 euros (de 957.798,65 a 781.906,60 euros) frente a lo licitado y que además proponía variaciones sobre el parque planteado y que con la subida de los precios se pilló los dedos”, lamenta el presidente de la Comunidad de Regantes de Soto de Cerrato, Alfonso Sánchez.
La empresa abandonó el proyecto “sin ningún tipo de coste para ellos” afirma Sánchez, que asegura que eso les ha costado a los agricultores de la zona de Soto y Reinoso de Cerrato unos 150.000 euros a mayores, “sin contar lo que gastamos en energía para elevar el agua”. Unas facturas que han llegado el pasado año a los “90.000 euros mensuales”, explica el presidente de estos regantes cerrateños. “Con lo que pagamos el pasado año en energía, habíamos pagado la mitad de lo que nos toca pagar del parque solar”, dado que la inversión está subvencionada al 50%.
Y es que si en 2021, la licitación del proyecto salió por 957.798,65 euros, más IVA (1.158.936,37 euros), la que acaba de ser lanzada por el órgano de la Junta, arranca en 1.218.204,53 euros más IVA, hasta llegar a los 1.474.027,48. Es decir, 315.091,11 euros a mayores.
El plazo de ejecución es de 12 meses, así que dado los plazos administrativos para resolver y adjudicar la instalación de este parque solar es posible que no se riegue con energía solar en esta zona del Cerrato hasta 2025.
El proyecto.
La licitación de segundas de este proyecto tiene alguna ventaja. Así, se ha modificado la tecnología de las placas solares, que se instalarán sobre seguidores del sol, con lo que se ha logrado reducir la extensión de la zona que ocuparán la instalación fotovoltaica, ubicada junto a la casa de bombeo, en un meandro del Pisuerga, aguas abajo de la presa de La Rinconada.
Impulsión a la balsa
El parque tendrá la potencia suficiente para proporcionar energía a dos de las cuatro bombas de elevación del agua del sistema de impulsión de la comunidad hasta su balsa de acopio de agua en lo alto del páramo que separa Soto de Hontoria de Cerrato, a 830 metros de altura sobre el nivel del mar y a más de 100 sobre la zona a regar. Porque la potencia de impulsión no se utilizará directamente sobre los regadíos sino para el almacenaje de agua que luego llega a los regadíos por su propio peso desde el páramo a la vega.
“La idea es bombear agua a la balsa durante el día, utilizando la energía solar y a coste cero y regar las 24 horas. En el caso de que sea necesario seguir impulsando agua durante las noches, se utlizarían las dos bombas que quedarán conectadas a la red”, explica el presidente de la Comunidad de Regantes de Soto del Cerrato.
Porque como apunta la Junta de Castilla y León “con la ejecución del proyecto, la Comunidad de Regantes consigue un regadío más sostenible, reduciendo los costes operativos de su actividad al conseguir una importante independencia energética respecto del suministro eléctrico convencional, lo que implica una sustancial mejora en la competitividad y la rentabilidad de las explotaciones y un ahorro para los regantes”.
