Ángel Velado y Beatriz Ortega regentan su propia empresa en Carrión de los Condes, un camino que han emprendido con el apoyo del CETECE
Un pequeño puesto de helados. O una gofrería, como mucho. Beatriz Ortega, grijotana de 34 años de edad, no se veía como emprendedora. Como mucho, se veía regentando un pequeño puesto de venta al público relacionado con los productos que le apasionan de su vocación pastelera.
Sin embargo, hoy regenta junto a su pareja, Ángel Velado, su propia panadería repostería: el Horno La Peregrina, un referente en Carrión de los Condes y comarca y parada obligada para los peregrinos jacobeos que valoran el buen pan o la energía que aportan sus famosos croissants de mantequilla o sus exquisitas tejas.
Pero como el buen pan artesano que elaboran, su historia ha fermentado lentamente, a partir de la masa madre más importante: la formación especializada.
En 2008, esta pareja cursó el Ciclo Formativo de Grado Medio ‘Panadería, repostería y confitería’ en el Centro Tecnológico del Cereal de Palencia CeTeCe), ubicado en el complejo del Campus de La Yutera, un referente nacional en formación e investigación sobre este sector tan fundamental en la economía castellana y leonesa.
«Ángel hizo sus prácticas aquí en el Horno La Peregrina y empezó a trabajar directamente. Yo trabajé en una pastelería, porque nunca me ha faltado empleo desde que terminé de estudiar», explica Beatriz, que después ha cursado la formación de Panadería y Pastelería para desempleados, en el propio CeTeCe.
Cuando en 2018 los propietarios de La Peregrina le ofrecieron a Ángel el traspaso del negocio, éste y Beatriz no lo dudaron. El CeTeCe, además de ofrecerles la formación sobre la que han estructurado su oficio y su proyecto de vida, les ha acompañado y asesorado durante este proceso, lo cual es una tranquilidad. «Toda la tramitación sanitaria nos la llevan ellos y Ángel continúa acudiendo a cursos especializados en panadería todos los años», agrega Beatriz en su obrador, mientras Ángel vuela de acá para allá entre amasadoras y hornos.
Actualmente el Horno La Peregrina da trabajo a otras cuatro personas, además de ellos dos. «Y en verano solemos coger más gente», indica Beatriz. Su tienda está plagada de panes artesanos, bollería, pastelería, empanadas y pastas tradicionales. «Ángel se ha especializado en la panadería artesana y yo en la pastelería, por lo que nos complementamos muy bien». Algo que agradecen los clientes de Carrión de los Condes, pero también los que visitan la localidad. «Vienen muchísimos peregrinos, pero también personas que habitualmente viven en Madrid o País Vasco. Ellos valoran muchísimo el trabajo artesano y la calidad que ofrecemos en los establecimientos de por aquí», agrega esta joven pastelera.
Y es que el trabajo de la panadería artesana se contrapone con el producto industrial que se ha ido extendiendo en los últimos años. La Peregrina, como muchos otros obradores de la provincia y de Castilla y León, elabora panes de fermentación lenta, con buenas harinas y masa madre dura o líquida, según el tipo.
Beatriz y Ángel son unos firmes defensores de este modelo de negocio y, por ende, de alimentación saludable. De hecho, no faltaron a la Feria del Pan de Grijota, localidad donde viven y de donde se han empapado de la tradición panadera terracampina. «Es importante que la gente apoye la tierra y este tipo de negocios, que compren productos artesanos del pequeño comercio, porque tienen calidad, encanto y son mucho más cercanos», subraya.