“En 11 comunidades autónomas, los ópticos-optometristas ya prestan servicio en el sistema autonómico de salud, lo que reduce costes y listas de espera”, recuerda el delegado de COOCYL en Palencia, Héctor Díez Mocha

Los pacientes palentinos esperan una media de 65 días antes de recibir su primera consulta en Oftalmología, una media que podría reducirse en el caso de que se incorporaran ópticos-optometristas a la Atención Primaria.

Es la reivindicación que este colectivo profesional ha hecho pública a través de la campaña lanzada por el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL), bajo el lema ‘Ópticos en SACYL. Por la inclusión de los ópticos-optometristas en la sanidad pública de Castilla y León’.

Su delegado en Palencia, Héctor Díez Mocha, recuerda que en 11 comunidades autónomas la presencia de estos profesionales en la Atención Primaria es común y funciona adecuadamente. “En Castilla y León, está establecida como profesión sanitaria, pero no tenemos servicio en SaCyL. Creemos que es muy necesario, tanto por la ayuda visual al paciente como por la disminución de lista de espera. Hay problemas que se solucionarían simplemente con una refracción o graduación y no sería necesario otro protocolo de pruebas o la revisión por parte del oftalmólogo”, indica.

Díez Mocha recuerda que la propuesta de COOCYL pasa por la complementariedad entre oftalmólogo y óptico, algo que ya se da en la consulta privada. “Sería cuestión de apoyarnos unos a otros y saber derivar. Si sabemos que un paciente viene para una simple graduación y no hay ninguna patología, pues no haría falta una revisión oftalmológica o, al menos, no de urgencia. Y al contrario, si detectamos un problema que precise intervención urgente, se remitiría automáticamente al siguiente profesional, que es el oftalmólogo, sin que ese paciente tenga que esperar tanto tiempo”, 65 días de media en el caso del Complejo Asistencial Universitario de Palencia, según los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad, correspondientes a 31 de marzo de 2023.

Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) recuerdan, además, que las listas de espera en Oftalmología en el conjunto de la Comunidad han aumentado un 63% respecto al pasado año, hasta las 52.296 personas al término del primer trimestre, 3.288 en el caso de la provincia palentina.

Héctor Díez Mocha recuerda que en Palencia, un alto porcentaje de la población es mayor de 65 años y reside en el mundo rural, por lo que “es todavía más necesario que el óptico pueda ser ese filtro”, que permite derivar con rapidez los casos graves y atender directamente los que pueden resolverse con una sencilla graduación. Una realidad que ya se da en el sector privado. “Vemos que muchas personas no quieren esperar esos tiempos tan largos y acuden a la óptica directamente”. El delegado del COOCYL en Palencia agrega, además, que el trabajo conjunto entre oftalmólogos y ópticos-optometristas es habitual y complementario en las consultas privadas.

Ventajas para el paciente

Además de la reducción de esas listas de espera, desde el COOCYL recuerdan que la incorporación de ópticos-optometristas al sistema sanitario castellano y leonés como refuerzo tanto en los hospitales como en los centros de salud, supondría un avance “en la detección y el abordaje de los problemas visuales de la población”, a lo que se añade “un ahorro para las arcas públicas de la comunidad”.

En el informe que el colegio profesional ha entregado a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, titulado ‘Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica’, se ha estimado que las derivaciones desde Atención Primaria solo por problemas de agudeza visual –que se cuantifican en 74.000 personas al año en la población pediátrica y de 63.100 en la población adulta–, “serían necesarias 31 unidades de Optometría en Castilla y León (15 para atención pediátrica y 16 para adultos), con un coste anual de 59.309 cada una, lo que supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad”.

Un ahorro de costes que se ha comprobado en las 11 comunidades autónomas que ya han incorporado a sus sistemas autonómicos de salud a unos 400 profesionales que ya trabajan en coordinación con los oftalmólogos, en Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana. “Y eso que, curiosamente, Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España, junto a Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista en 2004, pero sin llegar a un mayor desarrollo”, lamentan desde la organización.

Encuentros previos

La reivindicación de la incorporación de ópticos-optometristas al SACyL lleva años en la agenda de COOCYL. De hecho, la idea fue bien acogida en las reuniones mantenidas en diciembre de 2019 tanto con la anterior consejera, Verónica Casado, como con el entonces director general de Asistencia Sanitaria Francisco Javier Vadillo, al que sustituyó después en el cargo Silvia Fernández. Los responsables de COOCYL reclaman ahora una nueva reunión para “seguir avanzando en este proceso de incorporación”.

Además, recuerdan que Castilla y León es referente en la formación de estos profesionales, dado que el Grado en Óptica y Optometría se imparte en la Universidad de Valladolid (UVa) desde hace 27 años, una de las pocas que lo ofertan. La población general reconoce también la importancia de este sector: al 85% de los castellanoleoneses les parecería bien que, un óptico-optometrista les atendiera ante un problema de salud visual antes de que su médico los derive al oftalmólogo, según recoge el ‘Libro Blanco de la Salud Visual en España’, que destaca también que 7 de cada 10 personas se revisan la vista periódicamente, la mayoría de ellos en establecimientos sanitarios de óptica (47%), siete puntos más que en 2017. “Así, el 63% de los ciudadanos considera las ópticas como un servicio esencial, y el 83% cree positivo disponer de un óptico-optometrista en la atención primaria”, apuntan desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León.

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