La Diputación de Palencia pretende adquirir un sistema de control de accesos propio de las películas de espías para proteger las instalaciones de su Centro de Procesamiento de Datos
Información es poder. No solo en el sentido de la comunicación. También en el de la posesión de información a través de los datos. Y cada vez más, las empresas y las administraciones tienen más y más datos. Suyos propios, de sus actividades, pero también de los ciudadanos. Por ello la normativas exigen que cuiden y protejan esos datos como si fueran la parte más importante de su patrimonio.
Y así se lo ha tomado de Diputación de Palencia que pondrá en marcha un empeño tecnológico que podría hacer temblar al propio Tom Cruise interpretando a Ethan Hunt en Misión Imposible.
Para la protección de su Centro de Procesamiento de Datos, la Diputación de Palencia pretende adquirir un sistema tecnológico que limite y controle el número y la identidad de las personas que acceden a las dos salas en las que se guardan los secretos que en forma de 1 y 0 custodia la Diputación de Palencia.
Situación actual
La situación actual dista mucho de ser la una película de espías. Según el documento publicado por la Diputación de Palencia, en la actualidad el cierre de las salas en las que se ubica el Centro de Procesamiento de Datos se produce mediante “dos lectores de proximidad de tarjetas magnéticas por contacto para su acceso: uno en la entrada y otro en la salida de cada puerta. Todo ello conectado a una centralita. Para entrar y salir se dispone de unas pocas tarjetas magnéticas, puesto que parte de las que se disponían se han roto. El software de registro de accesos dejó de funcionar hace tiempo y no existe ningún tipo de control de las personas que acceden al Centro de Procesamiento de Datos”.
La intención es que eso cambie y para bien. “Se precisa instalar un sistema nuevo de control de acceso (identificación y autorización) biométrico y RFID en las dos salas técnicas del CPD para ofrecer la máxima seguridad, eviten manipulaciones, extracciones, daños en las instalaciones y personal no autorizado dentro de las salas”.
Lectores biométricos
Este sistema debe contar con cuatro lectores biométricos y RFIDF de control de presencia y accesos para las dos puertas de las dos salas técnicas. Con ellos se pretende controlar la entrada, salida y tiempo de estancia de cada una de las personas que entra.
Esos lectores biométricos estarán conectados a dos unidades de puerta segura para cada puerta de acceso y a un sistema y software de control de accesos. Todo eso se complementará con 50 tarjetas de proximidad compatibles con el sistema instalado.
Un sistema que debe permitir de un solo vistazo ver “quién ha tenido acceso y a qué hora, incluyendo los intentos de acceso no autorizados. Deberá poder configurarse de manera que si se produce alguna incidencia de seguridad envíe una alerta inmediata al menos por correo electrónico o mensaje SMS”.
Parte importante de esa identificación de los usuarios serán los lectores biométricos. Unos aparatos que “leerán una huella dactilar o una tarjeta que presenta un titular en la entrada y controla las entradas conectadas a ella. El lector envía la información al controlador, que es el que decide si el titular dispone de la autorización correspondiente. Si el titular no dispone de la autorización pertinente el controlador accionará los bloqueos” de las puertas, así como los avisos a seguridad.
Sensores
Pero estos datos no solo se pretenden proteger de manos ajenas, sino también de las propias condiciones adversas que puedan afectar a los elementos informáticos a través de las que fluyen. Así el contrato también contempla un sistema de control y monitorización de las instalaciones del Centro de Procesamiento de Datos de la Diputación. El mismo deberá incluir sensores correspondientes “para sensorizar los parámetros de temperatura y humedad de los 5 RACKs del CPD, así como los sensores de inundación. Se precisan como mínimo 5 sensores de temperatura y humedad (1 por rack) y 2 sensores de inundación.
Igualmente se cambiarán las tres cámaras existentes instaladas hace una década por otras de mayor calidad y definición, “con detección de presencia para confirmar la presencia de
intrusos o permitir su identificación, así como el grabador y almacenamiento de las
grabaciones durante al menos 45 días”.
El precio máximo de todo esto serán 26.700 euros.
De esta forma, los datos de la Diputación de Palencia podrán quedar más protegidos ante situaciones como un aumento de temperatura como de personas como Ethan Hunt entrando colgado con una cuerda.