Los primeros robos se cometieron en diciembre del año pasado en varias iglesias de Cantabria. Se han intervenido unos 140 efectos religiosos y dinero en efectivo
Se dedicaban a robar en distintas iglesias de Palencia, Cantabria y Asturias y ya han sido detenidos. Se trata de dos personas que la Guardia Civil, dentro de la operación Sanandres, ha detenido por haber cometido al menos 93 robos en parroquias de hasta 82 localidades distintas.
El principal objetivo de los malechores era el de hacerse con la recaudación de los donativos, como por ejemplo el del Santuario de Valvanuz en Cantabria donde se hicieron con mil euros recaudados del belén navideño. Pero además también sustraían otra serie de objetos eclesiásticos con el fin de venderlos.
Los primeros robos se llevaron a cabo el pasado mes de diciembre en iglesias de Cantabria y tras toda la investigación la Guardia Civil ha detenido a dos personas vecinas de Villacarriedo (Cantabria). En los registros domiciliarios se han encontrado 140 efectos de índole eclesiástica, entre los que destacan imágenes, estuches con óleos, pequeños cofres con llaves de los sagrarios, relicarios porta oleas, llaves de templos, instrumental de sonido y dos bases de madera tallada para los féretros. También se hallaron gran cantidad de monedas de pequeño valor de las colectas y limosneros de las iglesias.
Primero un estudio previo del lugar
Todo indica que los presuntos autores eran una pareja. Primeramente, la mujer realizaba un estudio previo de los templos que asaltarían posteriormente y en los que se causaron daños de consideración. Para perpetrar los robos utilizaban diferentes vehículos con los que se desplazaban a diferentes lugares.
La Guardia Civil sospechaba que, ante el inicio del Año Jubilar Lebaniego en el monasterio de Santo Toribio, con el aumento de peregrinos y donativos en las iglesias situadas a lo largo de este camino, podían aumentar nuevamente los robos.
El operativo dispuesto para la seguridad del Camino Lebaniego permitió que durante una noche una patrulla diera el alto al vehículo sospechoso en la localidad de Tama, en Cantabria.
Días más tarde, en la localidad cántabra de Quijas otra patrulla de Guardia Civil identificó a la misma pareja llevando en el vehículo herramientas similares a las de Tama. Con todas las pruebas y ante la sospecha del inicio de una nueva oleada de robos en iglesias se dispuso un operativo que permitió identificar al varón sospechoso conduciendo un vehículo en el que ocultaba herramientas que podían ser utilizadas para robar, siendo detenido.
Seguidamente y en su domicilio de Villacarriedo se detuvo a la mujer, realizándose posteriormente un registro de la vivienda y donde los agentes encontraron gran cantidad de efectos procedentes los robos realizados en las iglesias.