Baltanás invertirá 1,72 millones de euros en reconvertir la afamada discoteca en un Centro Polivalente para la localidad
Quien haya estado de fiesta en Baltanás, y tenga ya una cierta edad, recordará La Baranda y la Nueva Baranda. La ‘Sala de Fiestas del Cerrato’. Así, con mayúsculas. Un espacio en el que poder tomarse ‘medios’ en vaso de tubo, al tiempo que bailar lo último. Todo, mientras llegaba el olor de unas palomitas recién hechas o incluso patatas fritas, amén de algún bocata para acompañar la ingesta líquida. Un mito. Una leyenda.
Pues ese mito de las fiestas cerrateñas hace tiempo que cerró y el Ayuntamiento de Baltanás compró este espacio con un fin: Recuperar no solo el mito, sino su utilidad para el pueblo. No será techno chumba chumba lo que se oirá. Puede que se recite poesía o se representen obras de teatro. O que se celebren reuniones o incluso ferias. Pero esas salas no quedarán vacías más tiempo.
Eso sí, para dotar de utilidad a este espacio, el Ayuntamiento cerrateño tendrá que gastarse una buena cantidad de dinero. Porque pretende cambiar todo. Hasta la orientación -interna-, del edificio. La previsión de Baltanás para las obras de reconversión de la antigua discoteca en un Centro Polivalente es la de empeñar hasta 1,72 millones de euros, IVA incluido.
Por esa cantidad ha salido a licitación el contrato para ejecutar el proyecto redactado por la empresa Egain. En concreto por los arquitectos Carlos del Olmo García, Juan del Olmo García y Álvaro Gutiérrez Baños.
Así será.
El proyecto se resume en que se mantiene la estructura existente “excepto la cubierta de la parte más antigua del edificio al necesitar una caja escénica para los usos relacionados con las artes escénicas y se rehabilita completamente la edificación para hacerla eficiente tanto en los nuevos usos como energéticamente”.
El edificio tendrá dos plantas de acceso público. Este acceso en vez de hacerse por la antigua entrada -en la esquina de las calles Escavas y de la Virgen- se realizará por Juan José Lucas, donde se ubicaban las salidas de emergencia de la antigua sala.
En la zona de la pared de la calle Escavas es donde, en la planta baja, se creará la caja escénica y donde se ubicará el escenario, con casi 90 metros cuadrados, frente a un auditorio, el de la Sala 1, con 275 metros y capacidad para hasta 330 personas sentadas.
Tras el escenario se ubican vestuarios y tramoyas, sistemas técnicos y salidas de emergencia. Y en lo que supone la antigua entrada habrá vestuarios y almacenes.
En el lado contrario, junto a la entrada en la que habrá una taquilla, se establecerán un vestíbulo y aseos.
Planta de arriba
En la planta de arriba, tras subir una treintena de escalones o bien por el ascensor que se instalará, quienes acudan podrán encontrarse con una sala diáfana de algo más de 200 metros cuadrados, y con capacidad para un centenar de personas en situación de seguridad. Esta sala, en la vertical de la platea del teatro inferior, limitará al frente con la caja escénica que asciende hasta esta planta, donde se ubica también la cabina técnica.
Se aprovechará la actual terraza superior del primer piso para que pueda albergar algunos actos gracias a sus 46 metros cuadrados. Este primer piso se completa con una pequeña cocina, un almacén y otra escalera técnica.
Esta escalera técnica dará acceso a una cubierta que tendrá una doble función: Por un lado, servir de lógico cerramiento superior del edificio y, por otro, la sustentación de las placas solares.
Porque la idea es que el nuevo centro multiusos de Baltanás sea sostenible, tanto en el consumo activo como en el pasivo. Para ello, también se modificará el cerramiento perimetral del mismo, de forma que sea menos sensible a los cambios de temperatura de El Cerrato.
En concreto, se instalaran 121 módulos solares fotovoltaicos de células de silicio monocristalino, con una potencia máxima (Wp) de 405 W.
La climatización del espacio se realizará por medio de aparatos de bomba de calor/frío, que será alimentado con la producción eléctrica que generen las placas de la cubierta del edificio.
El plazo de la ejecución de las obras que acaban de salir a concurso es de un año. Un año para volver a disfrutar, de otra forma de La Baranda.