El I Congreso del Campo Palentino en Carrión de los Condes ha analizado el futuro del sector de los cereales en la provincia
Unos 350 profesionales del campo palentino se han dado cita este martes en el Monasterio de San Zoilo en la localidad terracampina de Carrión de los Condes para analizar los retos del Sector Primario de la provincia.
El I Congreso del Campo Palentino, organizado por la Diputación de Palencia y CAMPOCyL con el apoyo del Banco Santander, ha reunido a más de 350 agricultores en un encuentro en el que se ha debatido sobre cuestiones de especial relevancia para el sector del cereal, como la innovación en la semilla, la fertilización o la sanidad vegetal de este cultivo. Además de cuestiones de absoluta actualidad como los créditos de carbono o la evolución en los mercados.
La presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, ha recordado que la Institución Provincial “está al servicio de los agricultores y ganaderos de la provincia, una realidad presente y con mucho futuro”.
Asimismo, ha señalado que su labor dentro de la incertidumbre actual es “hablar y buscar juntos elementos de certidumbre. Para ello nos basamos en tres ejes: la experiencia, como los ponentes que se han reunido hoy; la colaboración, como hacen en su trabajo los miembros del equipo de la Diputación con los profesionales del sector, y el compromiso de los agricultores y ganaderos de Palencia, por quedarse aquí y de las empresas, por asentarse en nuestra tierra”.
El director de CAMPOCyL, Máximo Gómez, ha destacado la relevancia de celebrar este tipo de encuentros, que “giran en torno al trabajo del día a día del campo y que ponen de relieve la importancia sector primario, uno de los ejes vertebradores de la economía de Castilla y León y asentador de población en el medio rural”. Y es que Palencia es un bastión cerealista regional. La provincia se encuentra en los primeros puestos del ranking de superficie de cereal. No en vano registraba en la campaña pasada una superficie de más 285.000 hectáreas, en las que se produjeron más de 950.000 toneladas.
Por su parte, Luis Calderón, vicepresidente de la Diputación de Palencia y diputado del área de Promoción Económica, Agricultura y Desarrollo Rural, ha destacado en la inauguración la importancia de seguir trabajando la colaboración público – privada para fomentar el desarrollo del medio rural y del campo palentino. “Tenemos que ser capaces de subirnos a un carro que es uno distinto al que llevamos subidos desde los años 70”, afirmaba.
¿Cómo serán el trigo y la cebada dentro de diez años?
“Serán variedades que ofrezcan una planta de altura similar a las actuales con unas hojas más finas para reducir la transpiración, menos demandantes de agua y que permitan una mayor eficiencia en los aportes de nitrógeno”, ha señalado Valentín López, presidente de la sección de cereales de ANOVE.
En definitiva, serán plantas que mejoren los rendimientos y que hagan más sostenibles las explotaciones. Y es que está claro que la innovación en semilla hace las explotaciones más sostenibles. La inversión en I+D de estas compañías supone una mejora en los rendimientos del 0,7% anual. “Nuestras investigaciones han hecho que los agricultores ganen entre 35 y 40 euros más por hectárea en una década”, destacaba López.
Claves para un correcto abonado
Con la llegada de 2023 el agricultor se mete de lleno en un nuevo esquema de trabajo. El Pacto Verde Europeo prevé la reducción de los fitosanitarios en un 50% y de la fertilización inorgánica en un 20%. ¿Y si estoy en una zona vulnerable? “Castilla y León tiene 385 municipios considerados en zona vulnerable de nitratos, 50 de los cuales se encuentran en Palencia.
Una cifra que no ha hecho más que crecer en las últimas décadas y que ya supone una superficie de millón de hectáreas”, señalaba José Ángel Cortijo, responsable zona Noroeste de Fertiberia.
Ahora se exige que el agricultor disponga de un plan de abonado. Un plan condicionado por la nueva fertilización que se instaurará el 1 de septiembre de 2024. “A partir de esa fecha ya no se podrá abonar con ligereza, sino que requerirá un plan de abonado elaborado antes de la siembra, que abarque el conjunto de la explotación y que se base de forma realista en la producción esperada”, ha explicado.
Sanidad vegetal: hacer más con menos
Igual que sucede con la fertilización, la normativa europea también está cambiando la agricultura en el apartado de la sanidad vegetal. Ahora, el reto de los profesionales del campo será adaptarse a la normativa en el uso de productos de protección de cultivos manteniendo la rentabilidad de sus explotaciones.
El principal reto al que se enfrenta el campo palentino es la lucha contra las malas hierbas. En este punto, para poder luchar contra este problema el agricultor no tendrá más remedio que incidir con mayor intensidad con las técnicas de gestión integrada. “Cuando nos vayamos a enfrentar en el control de malas hierbas no tenemos que pensar solo en herbicidas, ni hoy ni en el futuro. Hay que integrar todas las acciones que existen en contra de malas hierbas: rotación de cultivos, manejos, apuestas por técnicas digitales, etc.”, ha concluido Nacho Tobalina, de Bayer.
Créditos de carbono: un ingreso extra para el agricultor
“Los agricultores tienen que empezar a plantearse algo más que la PAC”, ha sentenciado Luis Carlos Alonso, doctor de Ciencias Biológicas y External Advisor de Oleokelsa y eAgronom. Es aquí donde entran en juego los llamados créditos de carbono.
La agricultura de carbono es una de las vías de negocio que abre el proceso de adaptación al cambio climático. Lo más sencillo es unirse a programas que han puesto en marcha empresas inversoras que acumulan y comercializan los créditos de carbono voluntarios. “Estas compañías pagan un porcentaje de los créditos que genere en un programa en varios años”, explicaba.
Así, los agricultores pueden ir adecuando las prácticas agrícolas para secuestrar carbono y poder facturas créditos. “Con esto, no solo tendrían un ingreso extra, sino que además tendrán una certificación independiente de que su explotación es sostenible”, subrayó el consultor.
La media de España para una rotación de cereales con oleaginosas o leguminosas utilizando prácticas de mínimo laboreo estaría entre 30 y 60 euros por hectárea, pero se espera que los precios se dupliquen o tripliquen en los próximos cinco años.
Mercado de cereales, ¿y ahora qué?
Parece que el pesimismo sigue instaurado en el mercado español, mientras en las bolsas internacionales los valores de las materias primas agrarias experimentaban ligeros repuntes hace pocas semanas. “En la evolución de los mercados entran en juego numerosos factores, como las siembras de cereales de invierno en el hemisferio norte o la siembra de maíz en varias zonas productoras de Brasil o EEUU”, ha señalado Iván Álvarez, responsable de Asegrain.
De este modo, “si se dan buenas producciones se puede producir un movimiento a la baja en los precios del cereal, mientras que si se registran incidencias en determinadas zonas, los resultados pueden ser distintos”, concluía.
A debate: el futuro del sector del cereal
El debate también ha tenido su espacio en el I Congreso del Campo Palentino. En una mesa, moderada por Máximo Gómez, se ha analizado el presente y el futuro del sector. En el debate han participado Paco Hevia, de Galletas Gullón; Carlos Colmenares, de Agropal; José Luis Marcos, agricultor de Villaldavín; Elena León, de Harinera La Palentina; Iván Álvarez, de Asegrain, y Alfonso Retuerto, agricultor de Astudillo.
“A pesar de la multitud de dificultades, creo que el futuro del cereal es bueno. Si hacemos una retrospectiva, vemos que los agricultores han mejorado en calidad de vida”, ha señalado el representante de Agropal.
Por su parte, Paco Hevia ha querido destacar la ventaja que tiene el cereal con respecto a otros productos es que se encuentra en la base de la pirámide. “El consumidor sigue demandando los productos que obtienen a partir del cereal”, señalaba.