La localidad ha puesto en valor esta estructura pretérita recuperada por el Club de Entibadores gracias al programa A Huebra de la Diputación
Luz led para una infraestructura a la que mató la electricidad. Es paradójico pero esa electricidad es la que ha devuelto la belleza, que no el uso, a la antigua Nevera de Guardo. Uno de los lugares donde se guardaba y se compactaba la nieve para ir sacándola poco a poco ya en forma de hielo a lo largo del año para mantener fríos los alimentos, o darse lujos como algún helado que otro.
El Ayuntamiento de Guardo acaba de estrenar la iluminación del paseo que lleva hasta esta antigua dotación recuperada a lo largo del pasado año por parte del Club de Entibadores de la localidad, a partir de los restos que quedaban de esta infraestructura.
Estos se encargaron de la reedificación del edificio, mientras que los trabajadores del Ayuntamiento y ya fuera del programa A Huebra, urbanizaron el acceso a este punto sobreelevado de la localidad guardense a lo largo del pasado verano desde la calle La Veguilla.
Pero falta poder habilitar este acceso durante todo momento, algo que se ha concluido esta misma semana, porque el Ayuntamiento de Guardo avanzaba ayer las imágenes del estreno de la iluminación del camino que da acceso y de los entornos de este nuevo punto de interés turístico de la localidad.
Además, aprovechando su ubicación elevada sobre el resto de la villa, se pretende asentar “la base para construir un mirador que ofrecerá unas excepcionales vistas de la localidad”.
En las inmediaciones de la antigua Nevera se han instalado paneles informativos del modo en el que se utilizaban estas dotaciones cuando no había neveras ni posibilidad de crear frío por medio de electrodomésticos, mientras que en su interior se han reproducido los elementos usados para la compactación y aprovechamiento de la nieve para su utilización posterior como hielo.