Entre los palentinos emergió la figura de McGrew, no solo en anotación y en estadísticas sino en sensaciones y trabajo
El Zunder Palencia logró anoche una nueva victoria y ya van 19 (por dos derrotas) en un muy trabajado y trabado partido ante un correoso Alicante que le cogió la medida y agarró la pechera al conjunto palentino para tenerle controlado durante más de tres cuartos.
Solo un arreón final, unas defensas intensísimas y acertadas y un parcial que llegó a ser de 18-2 en el último parcial, permitieron a los locales mantener su fortín invicto en esta temporada.
¿Resaca de la Copa? No. ¿Cansancio? Puede que un poco. ¿Falta de frescura? Igual también hubo algo. ¿Que los demás también juegan? De eso, mucho. Porque como aseguró Pedro Rivero, técnico del Zunder Palencia, los rivales se van reforzando y saben dónde tocar para ir anulando los puntos positivos del Zunder. Y que Alicante es un equipo de los de arriba, luchando por el Play-Off.
No presentó ayer el pabellón la misma imagen que el pasado sábado en la final de la Copa. Aunque tampoco eran muchos los asientos vacíos. Lo que sí se notó es que el ambiente no estaba tan efervescente. Venía el Municipal de comer langosta, regada con los mejores caldos ante el Andorra y lo que se encontró ayer fue un hueso de los que toca arrebañar, roer, pelearse la comida, para llevarse algo.
Porque eso fue el Alicante. Un hueso, al que casi no se le podía echar el diente a riesgo de que pitaran falta. Y se vio desde el principio cuando los alicantinos lograron anular a Kasibabu, que tres minutos después del salto inicial estaba en el banquillo con dos faltas (algo más que discutibles). Un pilar palentino horadado.
Mucha igualdad
La igualdad se mantuvo con canastas en uno y otro aro. Un punto a favor de los locales, tres de los visitantes… No gustaba lo que veía Rivero porque optó por meter casi en bloque a las denominadas segundas unidades (que serían un lujo en otros equipos), dando la dirección a Germán y a Manu y embriscando en defensa a un Kamba que ayer estuvo sensacional en esas facetas del juego. También sacó de la cancha a McGrew en el único momento del encuentro en el que el americano no estuvo sobre el parqué.
Este cambio logró una reacción entre los locales que pudieron marcharse en el marcador de cinco puntos: 15-10. Pero fue un espejismo, porque minutos después lo que lucía en el videomarcador era un 15-21: un 0-11 en toda regla que pudiera haber sido mayor si el acierto de los visitantes hubiera sido mejor porque lograban tiros muy liberados a base de mover el balón y burlar a los locales. Al final del cuarto, lo mejor, el resultado 18-21.
El segundo cuarto no comenzó mucho mejor para los palentinos que siguieron por debajo en el marcador, que sólo lograban mantenerse a flote gracias a los rebotes de Kamba, que volvió a sorprender de lo alto y lo lejos que se puede llegar a por el balón.
Además, Kasibabu volvía a irse al banco con ya tres faltas, por lo que Rivero optó por jugar con un equipo de 5 bajos como ya hicieran ante Andorra. Pero tampoco estuvieron acertados los locales en tiros de tres y el encuentro se iba ladeando del lado del Alicante que logró una ventaja de 29-37. Y para complicarse más las cosas, Schmidt también abandonó el parqué al cometer su tercera falta, técnica para más señas por un flopping.
Eran momentos aciagos para el Palencia y ahí comenzó a vislumbrarse lo que Tanner McGrew es para este equipo. Mientras se tiraba un tiro libre, llamó por su cuenta a sus compañeros al centro del campo he hizo corrillo con ellos
Kamba lograba los rebotes, McGrew llamaba a capítulo a sus compañeros y Wintering era quien anotaba y lograba que la ventaja visitante no se hiciera insalvable. Al descanso, gracias a un triple sobre la bocina del 2 palentino, 39-42.
Tercer Cuarto.
Como tiene acostumbrado el Zunder Palencia, la salida de los vestuarios fue fulgurante. Logró enjugar la ventaja del Alicante, poniéndose por primera vez por delante (salvando los puntos iniciales) con un parcial de 8-0 para colocarse 47-42, lo que obligó a Rafa Monclova, técnico visitante, a tratar de pararlo. Y lo hizo con un tiempo muerto que tuvo como consecuencia que los alicantinos atacaran al jugador que más puntos les estaba metiendo: Wintering. Lograron sacarle la tercera falta, aderezada posteriormente, entendieron los árbitros que por protestar, con una técnica que lo llevó al banco con cuatro luces verdes en su casillero.
No iban bien las cosas. Sin Kasibabu, sin Wintering… y con castigo excesivo de los árbitros que hicieron un parcial de faltas de 4-1 y que estaban bastante atentos a los flopping. Porque en pocos minutos pitaron otros dos (con técnica): uno a Alicante y otro a Palencia.
Esta situación tampoco ayudaba a tratar de diluir los espesos ataques del Palencia, solo rotos por las asistencias de McGrew. Y tampoco lo hacían las malas defensas exteriores, o buenos ataques del Alicante que, ante la imposibilidad de entrar en la zona palentina, encadenó tres triples seguidos aprovechando los bloqueos y la pantallas a sus tiradores. Fueron esos triples los que les permitieron llegar al último cuarto por encima en el marcador. 64-68.
En la orilla.
Dicen que pocos equipos le aguantan un partido entero al Palencia. Y eso es lo que le pasó al Alicante ayer. Nadó, nadó y murió en la orilla. Porque en el último cuarto el Zunder Palencia fue el Zunder Palencia. Con Wintering a los mandos (incluso con molestias en una mano), con Kasibabu al poste, Manu en el exterior, los lanzamientos acertados de triple de Chumi y la rabia contenida de McGrew… Los locales lograron marcharse en el marcador en un abrir y cerrar de ojos. Además, en defensa, la presión fue mucho mayor, solo dejando a los alicantinos la opción del tiro forzado casi al final de sus posesiones. 18-2 de parcial. 80-70 a falta de cinco minutos para el final del partido.
Pero eso no desanimó a los alicantinos que se mantuvieron en el encuentro y lograron cerrar la herida hasta dejarla a seis puntos a falta de un minuto y a cinco a falta 21 segundos, gracias, una vez más, a su tiro exterior.
Al final, 87-79 en el marcador.
Entre los palentinos, el más anotador del equipo y del encuentro fue Wintering, con 19 puntos, seguido de Tanner Mcgrew, con 17 puntos y una valoración de 24 items lo que le coloca como el MVP del encuentro una vez más. Se jugó 36 minutos 30 segundos, por lo que solo estuvo fuera de la cancha tres minutos y medio de juego. 36’30” en los que ademas de los 17 puntos, se hizo con ocho rebotes (4 ofensivos); dio cuatro asistencias y recibió seis faltas.
Y los números del final pic.twitter.com/pwrDtDMYkJ
— Palencia Baloncesto (@PalenciaBasket) February 17, 2023
Al final del encuentro, el club había preparado un vídeo que se proyectó en los videomarcadores, una especie de resumen emotivo de la Final de la Copa mientras los jugadores giraban una gran pancarta en la que se podría leer Gracias Afición.
En la lucha por el liderato, cabe señalar que dos de los tres de arriba vencieron. El Andorra ante el Cáceres 70-82, aunque el encuentro fue igualado hasta el descanso; y el Estudiantes dio buena cuenta del Melilla en Madrid (75-64). En el duelo entre el Lleida y el Valladolid, la victoria fue para los catalanes, por 85-77.
El próximo encuentro que disputará el Zunder Palencia será en la cancha del Andorra. Todo un partidazo que puede comenzar a decidir qué equipo puede pensar en el ascenso directo.
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