Ha sido el propio control de calidad de la obra quien las ha puesto en conocimiento y ya se trabaja en solventarlas
Una obra como la de la Línea de la Alta Velocidad a Cantabria, con toda la inversión que requiere y con una esperanza de perdurar, cuanto menos como la línea de ferrocarril convencional estrenada hace más de un siglo, no puede permitirse que algunas de las estructuras que se están construyendo para que circulen los trenes AVE tengan el más mínimo fallo. Ni en el corazón de las obras de fábrica ni tan siquiera en su vista externa. No vaya a ser que lo que parezca un simple desconchón llegue a ser algo más gravoso y ponga en riesgo una estructura puntual con el paso de los años como se ha visto en la Autovía A-67 a su paso sobre el Canal de Castilla.
Por ello, durante la construcción de los diferentes tramos de la LAV hay una empresa que se encarga de la supervisión y control de que todo se construya como está señalado en el contrato y en proyecto. Un proyecto que en muchas ocasiones está redactado por la misma empresa que luego se encarga de que se sigan sus determinaciones técnicas. En el caso del tramo Palencia-Amusco, se trata de Oficina Técnica de Estudios y Control de Obras.
Pues este sistema de control es el que ha permitido a Adif detectar lo que ha dado en considerar una “incidencia menor” en un paso inferior localizado en el tramo Palencia-Amusco de la Línea de Alta Velocidad entre la capital palentina y Cantabria.
A preguntas de Palencia en la Red sobre el estado en el que se encontraba el muro de contención y sujeción de un estribo de dicho paso inferior, en el que se había resquebrajado parte del hormigón y había quedado a la vista la ferralla interior en su parte más inferior, Adif señaló que la empresa pública “está al corriente de la situación y ya está en marcha el proceso de reparación mediante el saneo previo de la zona afectada”.
En este sentido, desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se ha señalado a este medio de comunicación que Se trata de una incidencia menor detectada por el propio sistema de calidad de la obra, y que requiere de un saneo previo para su reparación. Una vez saneada la zona, se procede a la aplicación de un mortero de reparación”.
El tramo
Este paso subterráneo sobre el que circularán los trenes de Alta Velocidad y que permitirá el paso de vehículos agrícolas se encuentra en una vaguada en las inmediaciones del Castillo de Monzón de Campos, en una zona en la que será necesario compactar mucha tierra para salvar el desnivel existente entre el terreno y la cota de la vía.
El tramo Palencia-Amusco no tiene especiales dificultades técnicas dado que en general se trata de un terreno llano, a excepción del alejamiento de la vía de Alta Velocidad de la ribera del Carrión que se hacer salvando un el páramo en el que se asienta el Castillo de Monzón. Sin embargo, al tratarse de una zona agrícola son muchos los caminos que intercepta la traza del ferrocarril en construcción, por lo que se han diseñado un buen número de pasos como el afectado por esta incidencia menor.