La Confederación Hidrográfica del Duero aprueba la concesión de un aprovechamiento de aguas subterráneas para el Ayuntamiento de Poza de la Vega, que podría poner fin a su histórico problema de abastecimiento
La Confederación Hidrográfica del Duero ha dado el visto bueno a la que podría convertirse en la solución definitiva al problema de abastecimiento de aguas del municipio de Poza de la Vega: la autorización para extraer aguas subterráneas que den servicio a la localidad, con 170 habitantes residentes que aumentan hasta los 300 durante el periodo estival, y con una cabaña ganadera de 920 cabezas de ganado ovino y 1450 cabezas de ganado vacuno que consumen buena parte de los recursos hidrológicos de la zona.
Gracias a este nuevo pozo, que beberá de una masa de agua subterránea de la cuenca del Carrión, se extarerá un volumen máximo anual de 20.734,70 metros cúbicos, con un caudal máximo instantáneo de 1,9 litros por segundo y un caudal medio equivalente de 0,97 litros por segundo. La autorización se otorga por un periodo de 40 años, según publica el Boletín Oficial de la Provincia.
El servicio más fundamental
En pleno siglo XXI, varios pueblos de la provincia de Palencia se enfrentan a la carencia de un buen tan fundamental como es el agua. Una reivindicación histórica en municipios como Poza de la Vega, donde la situación se agravó en el año 2017 a partir de una avería que dejó inutilizado el sistema de captación vigente hasta el momento, obligando a la localidad a volver a utilizar uno más antiguo.
En el año 2019, el Ayuntamiento iniciaba un proyecto para sondear y localizar un nuevo punto de captación de agua, tal y como le trasladó su alcalde, Roberto Alonso, a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén. La propia Institución provincial contribuyó económicamente a financiarlo, pero además incluyó a Poza de la Vega en su Plan de Actuaciones Prioritarias de Abastecimiento de Aguas 2020-2023.
El presupuesto estimado por el Ayuntamiento para este proyecto de captación profunda y sistema de cloración asdencía a los 130.000 euros, de las que la Diputación aporta 104.000 euros, mientras que el consistorio se hace cargo de los 26.000 restantes.
