Alfonso Jiménez comparece ante los medios tras el incendio de Cascajares
Alfonso Jiménez comparece ante los medios tras el incendio de Cascajares - Brágimo (ICAL)

Señala que el proyecto “está más fuerte que nunca” tras 30 años de historia y anuncia un plan de contingencia para dar seguridad a trabajadores y clientes

“Se ha quemado absolutamente todo, menos el equipo y la marca Cascajares, que está más fuerte que nunca. El nuevo Cascajares va a ser un paso hacia atrás para pegar tres hacia delante. Lo más importante es que a nuestra gente no le ha pasado nada, ya que las máquinas y los hierros se volverán a tener con trabajo, tiempo y dinero”, afirmó a la Agencia Ical el presidente de Cascajares, Alfonso Jiménez.

Delante de las instalaciones calcinadas, que se ubican en la localidad palentina de Dueñas, Jiménez apuntó que es un día triste ante una historia de 30 años, con un proyecto que “está más vivo que nunca”, porque “somos castellanos y duros, y nos gusta nuestra tierra y vamos a darle esa riqueza que nos está pidiendo Castilla y León”, dijo.

“Es una pena ver delante de mis narices como se quemaban 30 años de historia, pero estoy más fuerte que nunca y va a salir de Cascajares el mejor Cascajares. Soy una persona obsesiva y la plantilla es gente muy trabajadora, y se va a hacer un nuevo Cascajares en un tiempo récord. Vamos a poder levantar una nueva fábrica y recuperar la actividad y el empleo, que es lo más sagrado que tenemos”, aseguró Jiménez.

Agradeció a los bomberos lo rápido que se han desplazado para apagar el fuego, porque “se juegan la vida por salvar las fábricas”, por lo que se sintió orgulloso de que no haya habido daños personales en ningún efectivo que ha intervenido en el incendio”. Dio las gracias a todas las instituciones y a los vecinos de Dueñas que han acudido para prestar su ayuda, así como a las muy numerosos personas que se han puesto en contacto con él por vía telefónica y mensajes.

Trasladó que ahora toca mirar hacia delante con mucha ilusión y “sacar lo mejor de nosotros mismos” y hacer un plan de contingencia potente para salvar lo más importante, que es un equipo tras 30 años de vida, que “lloraban al ver esta situación y eso es cariño a la empresa y a la marca”. “Se me ponen los pelos de punta”.

El presidente de la compañía explicó que el futuro inmediato es dar confianza a los trabajadores para que “no se preocupen y sepan que vamos a estar ahí con toda la fuerza”, sin olvidar que no se tiene que dejar de servir a los clientes para seguir produciendo los buenos platos y productos de Castilla y León.

En ese sentido, detalló a Ical que se han ofrecido diversas empresas para ayudar, igual que desde la Empresa Familiar de Castilla y León, que han ofrecido cualquier factoría de los asociados para volver a fabricar y ser la mayor prioridad. Y es que, en estos momentos, trabajan unas 72 personas, pero entre empleos directos e indirectos se puede rondar las 100 personas.

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