La joven palentina Irene Cañibano trabaja como oficial de Operación Local y Mantenimiento en Iberdrola en la Comunidad de Madrid, donde gestiona anomalías y averías
David Herrero / ICAL
Desde pequeña siempre le llamaba la atención el mundillo y ayudaba a sus familiares a pequeñas tareas domésticas en las que influía la electricidad, pero la joven palentina, Irene Cañibano, nunca pensó que llegaría a ser oficial de Operación Local y Mantenimiento en Iberdrola, donde compagina y asume el riesgo y la presión de un oficio en el que se trabaja día a día con tensión eléctrica.
Explica en declaraciones a la Agencia Ical que ha llegado hasta aquí después de mucho esfuerzo y constancia, quien obtuvo el Grado Superior de Sistemas Electrotécnicos y Automatizados a distancia mientras desarrollaba su anterior empleo en Palencia, dado que la joven también es técnico en Administración y Finanzas.
Tras terminar los estudios relacionados e incluir su currículum en el canal de empleo de la eléctrica, pudo realizar un examen para poder acceder a I-DE (Iberdrola-Distribución Eléctrica), el cual superó y se formó durante tres meses más en el campus que poseen en San Agustín de Guadalix, cuyo destino final se localizado en Madrid.
A día de hoy, realiza revisiones de centros de transformación y subestaciones a través de una aplicación y también repara las averías de los equipos star, que son unos aparatos parecidos a los router existentes en casa, al ser los encargados de mandar a la red Iberdrola los datos de los contadores para, posteriormente, realizar las facturas.
De igual manera, gestiona las anomalías de los centros, como puede ser el cambio de iluminación o de los capacitivos de las celdas si están fundidos.
Apunta que una semana al mes está de retén junto a otro compañero, por lo que están disponibles las 24 horas del día ante una posible avería como, por ejemplo, que se vaya la luz en una determinada zona.
Cañibano reconoce que se trata de un trabajo con mucho riesgo, aunque destaca que saben cómo actuar gracias a los conocimientos que proporciona la empresa. “A la vez también trabajas con presión, porque en el caso de una avería en la cual la gente está sin luz, siempre intentas realizarlo lo más rápido posible para reponer cuanto antes el servicio”, añade.
Joven y mujer
Detalla que le llama bastante la atención que la gente “todavía no está acostumbrada” a ver a mujeres realizando estos tipos de trabajo. “Mucha gente me echa halagos por la labor que realizo cuando me ven en la calle”. No obstante, comenta que los trabajos no tienen distinción de género y todos pueden hacer cualquier tipo de profesión.
En ese sentido, asegura que en ningún momento se ha sentido discriminada, al estar muy arropada, porque es la única mujer en su mismo puesto de trabajo actualmente en Madrid. “Mis compañeros me tratan fenomenal y me siento genial en mi trabajo”.
Irene Cañibano puntualiza que la decisión de lanzarse en esta nueva andadura fue algo colectivo junto a su familia, quienes han mostrado su apoyo durante todo el proceso formativo y laboral. Y es que, la palentina residente en Madrid no cesa en su empeño y tiene en mente seguir con su progreso para poder mejorar y ascender en la empresa, apostilla.