Óscar Herrero
Se nos ha ido Rivas. Se nos ha ido Cille o Cilleros (para quienes le conocieron en la Universidad de Salamanca), Luisma o Luis Mari (para su familia). Se nos ha ido en definitiva Luis. Puede que a ustedes no les diga nada. Pensarán, bueno, pues uno más de quienes cada día se apagan por una u otra razón. Pero para nosotros, en la familia de Palencia en la Red, en PaCO, en Palencia Invierte, pero también en Diario Palentino y en la profesión periodística en Palencia se nos ha ido él. Luis María Rivas Cilleros.
Gruñón, diligente, guindilla, profesional, irreverente, hasta toca huevos en alguna ocasión… pero a la larga un amigo y un cacho de pan que no daba puntada sin hilo. Desde que esta mañana me avisaron de lo que ninguno de nosotros quería saber, le he dado vueltas y vueltas a las más de dos décadas que he compartido con él. 17 como compañero en Diario Palentino, 22 como amigos desde que nos conociéramos en aquel destartalado edificio de la Calle Mayor al que yo llegue como becario en 2000 y al que él iba por las tardes, después de encargarse de elaborar sus páginas en la delegación de Venta de Baños desde la que controlaba todo el Cerrato.
De todos los Rivas, Cilles, Lusimas y Luises que conocí, no sé con qué quedarme. Quizá con el Rivas que se leía todos los Boletines Oficiales de la Provincia, los archivaba cuando aún se publicaban en papel y creó una muralla que en algunos momentos temíamos que le taparía.
Puede que con el Luis hincha, terror de los árbitros del Venta de Baños. El mismo que guardaba como oro en paño y veneraba, cual reliquia, aquel enganchón que en su camiseta del Zaragoza se hizo en la valla del Parque de los Príncipes de París cuando el mítico gol de Nayim. Ese Luis con el que robé (lo confieso ahora) unas medias del vestuario de la Romareda la noche en la que dormimos en las entrañas del campo de su equipo.
Seguramente con aquel Rivas que seguía los Plenos y las actas de buena parte de los Ayuntamientos de la provincia para informar luego en Diario Palentino donde fue jefe de Provincia -y ‘superior’ mío- hasta que la enfermedad le apartó de la profesión hace cinco años.
No cabe duda de que también con el Luis generoso que el primer día que dejé Diario Palentino para emprender ‘otra vida’ me invitó a colaborar cuando quisiera en Palencia en la Red, el proyecto que su mujer, mi excompañera de fines de semana durante un tiempo en DP, iba a impulsar. Ofrecimiento que, aunque bastante tiempo después, acepté.
Entre mis preferidos, el periodista que fue, muchas veces, incómodo con los diputados, con los alcaldes de los pueblos de Palencia, su provincia, a los que les recordaba lo que habían dicho y no habían cumplido. A él le llegaron a amenazar con hacer lo posible para que le despidieran. Qué envidia para un periodista poder decir eso por hacer bien su trabajo. Siempre pensé que si un político era listo y quería tener una legislatura tranquila solo tendría que contratarle para que llevara su comunicación o su agenda. Ordenado, no se le escapaba casi nada. Quizá llegaron a ofrecérselo pero, conociendo su carácter, seguramente lo rechazaría para no verse atado y poder chinchar con la verdad.
Con todos esos me quedo, pero sobre todo con el Luis que me encontré el día de la ITA, en mayo, cuando fui a tomar café a su casa junto a Aida, su mujer. Tras cuatro años y medio de lucha, seguía animado. Deteriorado por todas las batallas a la espalda pero esperando a por la próxima. Yo bromeaba con él. No me jodas que esta enfermedad va a poder con uno de Venta de Baños.
Y no, no pudo. O no pudo sola. Aunque aquella lo inició todo. Porque Luis era tozudo, cabezón, de los que no se rinde si sabe que tiene razón. De los que contraataca, no con la voz, sino con argumentos. Como cuando escribía. Si tenía a lo que agarrarse, lo defendía a muerte. Y a sus 47 años tenía argumentos para seguir luchando.
Durante cinco años ha sido como ese corredor al que le ponen palos en la rueda para frenarle. El primero lo rompe, el segundo también, el tercero, el cuarto, el quinto…. aunque poco a poco se va frenando. Pero hasta en estos últimos días ha estado a punto de romper ese enésimo palo en su rueda. Incluso cuando los médicos ya lo daban por perdido. “Rivas sale de esta solo por llevar la contraria a los médicos”, coincidimos varios amigos y ex compañeros.
Pero esta tarde en el Tanatorio, entre lágrimas, hemos constatado que ni si quiera Rivas, nuestro Rivas, ni siquiera Luis pudo con la parca, aunque lo intentó hasta el último momento apartándola de él, con su sacrificio y el de su familia, durante cinco duros años. Memento mori (recuerda que morirás) pareció decirnos en ese postrero instante. Da igual lo que hagas, porque todos damos ese último paso. Pero hay formas y formas. Y él se marchó peleando, enseñándonos a vivir luchando o a pelear viviendo. Enseñando también a los médicos que, en Palencia, Valladolid, Santander y Barcelona, le han acompañado en su lucha con tratamientos en algunos casos experimentales y que en el futuro servirán para salvar a otras personas. Ahí queda eso también.
“Pero deja ya de llorar. Si te viera él se estaría descojonando de ti”, recordaba hace unas horas un amigo. Pues es verdad. Él era así. Y así te recordaremos. Gracias por todo, Luis.
Pues sí, adíos Rivas Cilleros. Un placer haberte conocido.
Quedas en nuestro recuerdo.
Un abrazo de energía virtual.
Excelente obituario. Cariñoso, sensible pero, sobre todo, riguroso al retratar al recordado compañero. Al conocer – ahora – sus virtudes, sus defectos, su profesionalidad, su personalidad en suma, lamento haberlo conocido de manera muy superficial. Mis condolencias por su pérdida y enhorabuena a Luis por haber contado con amigos tan incondicionales como Óscar Herrero, atinado autor de estas hermosas líneas de recuerdo.
Homenaje precioso y preciso para un hombre luchador siempre y hasta el final
Lo siento muchísimo.un abrazo grande para toda vuestra familia…
Lo siento muchísimo….un abrazo enorme para toda la familia ..
Gran periodista, de los que no gustan a los políticos. No sabía nada hasta leer esta acertada despedida a un compañero y amigo.
Un abrazo a la familia y un recuerdo para Luis.
Precioso homenaje a un gran profesional y por lo que cuentas Óscar, excelente persona y amigo.
Mi más sentido pésame a familia, amigos y compañeros de profesión.
¡Qué recuerdos! Qué huella nos deja. Gracias por todo.
Siento en el alma que se haya ido Luis, tan joven además. Muy precisas tus palabras, Óscar.
Hace años que echamos de menos su humor tan característico y esa independencia que en efecto tenía del poder político.
Me alegraré por él cuando algún día el Zaragoza vuelva a Primera. Y ciertamente habrá que llorar su muerte en silencio… no vaya a darse cuenta.
Bonitas palabras, que me hicieron recordar esos viajes con vosotros a Zaragoza, para ver a su equipo, y a Gijón, donde “gruñía” a las chavalas e incluso a las camareras pero que a nosotros tanto nos hacía reir. Como compañero era un 10, porque era bueno, tan bueno que tenía periodismo para regalar.
Lamento profundamente la muerte de Luis Rivas, que se ha ido demasiado joven.
Qué bien lo ha descrito Óscar en su artículo. Me acuerdo de su humor característico y de su independencia del poder político, en efecto. Estaba hecho de buena pasta.
Habrá que llorarle en silencio… no nos vaya a reprender.
El mejor obituario posible para un hombre joven, simpático y buena persona. Compañero de sus compañeros. D. E. P.
Descansa en paz Luis. Ha sido un placer conocerte, compartir contigo entrevistas, ruedas de prensa, titulares y alguna que otras risas. Un fuerte abrazo a tú familia y compañeros de Diario Palentino.
Un gran tipo. Currante, honrado y luchador.
Una ‘despedida’ preciosa Herrero. Se te ha olvidado su agenda de futuro, con las páginas de por si acaso… Maestro de maestros, ya nos enseñará cuando subamos.
[…] Adiós Rivas, adiós Luis […]
Aunque no te haya conocido, plumilla palentino, considerate alla do estes un autentico privilegiado al lograr q to2, repito to2, de esa redaccion situada tras “la castañera” de la c/ Mayor, te admiren.
Aunque detecte. a bote pronto, un cierto gusto por “mi” Real Zaragoza q no llegó a entender (?).
Hasta en eso, demostraste tener gran inteligencia.
Confío en que Carmen o Jorge,un día q los visite y no estén supermegahiperocupa2, tengan a bien dedicarme unos breves minutos para explicármelo.
D.E.P..