La palentina es una de las cinco provincias con mayor número de siniestros con fauna implicada de todo el país
O. H.
Grandes zonas despobladas, o con una baja densidad de población. Carreteras que circulan pegadas a masas de agua, y entre cultivos y bosques. Esas son algunas de las características de las provincias donde la fauna está implicada en un mayor porcentaje de los accidentes de tráfico que se producen. Provincias que, según un informe de Línea Directa Aseguradora son las de Soria, Teruel, Huesca, Palencia y Burgos. Por ese orden.
En el caso de la soriana, se acercan al 10% de los siniestros que notifican los asegurados de Línea Directa, bajando al 4,4%, en Teruel, al 4% en Huesca, 3,9 en Palencia y 3,6 en Burgos.
Desde la aseguradora destacan además que en los últimos cinco años, los siniestros en los que intervienen animales se han incrementado en un 71%. “Hasta hace pocos años, la presencia de jabalíes, corzos, ciervos o zorros en las inmediaciones de las carreteras solo ocurría en zonas muy agrestes y rurales. Sin embargo, el progresivo abandono del medio rural, la falta de control poblacional de algunas especies cinegéticas y el efecto de la pandemia, que ha provocado que los animales pierdan el miedo y se adentren en zonas urbanas, ha causado un importante aumento de este tipo de accidentes. en cinco años”, indican desde Línea Directa.
En Palencia.
Los conductores que circulan por la provincia de Palencia lo han comprobado. Cómo sin separar mucho los ojos de la carretera se pueden ver ejemplares de, especialmente corzos, en las inmediaciones de las carreteras. O como, se les puede ver saltando la carretera en su camino diario en busca de agua o alimento. Si hay suerte, la visión se hace con cierto margen de maniobra. Con mala suerte, el animal salta a la carretera en el momento en el que pasa el vehículo, provocando en el mejor de los casos daños materiales. En el peor, accidentes de gravedad. Por poner un ejemplo cercano, el mortal de un joven hace unos años en la P-235, cuando tras la salida vía a causa de la presencia de un jabalí su vehículo colisionó contra una caseta agrícola.
Según Línea Directa, los accidentes tipo se producen en entornos rurales, de noche (61%), en fin de semana, en otoño (34%), estación en la que nos encontramos y con jabalíes o perros como protagonistas.
En cuanto al tipo de vía, 2 de cada 3 siniestros de este tipo ocurren en carreteras convencionales (64%), las más presentes en Palencia.
Medidas contra los atropellos.
La velocidad a la que se circula por las carreteras convencionales y la envergadura de algunos de los animales más presentes en el campo palentino, los jabalís y los corzos, hacen que los golpes que se producen sean caros de arreglar.
Por ello, es más que recomendable, especialmente en el amanecer y anochecer, extremar las precauciones y rebajar la velocidad. Pero no todo queda en manos de los conductores. En los últimos años se han tomado medidas, algunas de carácter experimental, otras novedosas y algunas ya contrastadas para limitar los riesgos de la presencia de los animales sobre la calzada de las carreteras de Palencia.
El ejemplo más claro se ha vivido en la CL-615, cuando a partir de la implantación de los radares de tramo se colocaron en varios tramos con especial incidencia vallados para dirigir el paso de la fauna a determinados lugares, como el realizado en las inmediaciones de Perales, al que se acompañó de un sistema de aviso luminoso de presencia de animales en la plataforma.
Más adelante, entre Carrión y Villamoronta, también se colocaron sistemas para ahuyentar a los animales con olores que se parecían a los de sus depredadores o se instalaron catadióptricos que dirigían hacia fuera de la calzada los haces de luces de los vehículos para asustar a los animales. Un sistema que llevaba años aplicando el Estado en la N-611 en la zona boscosa entre Osorno y Ventosa de Pisuerga.
De forma paralela, en la mayoría de las carreteras principales, se abrió más el campo de visión de los conductores al retirar toda o buena parte de la maleza que se extendía en los márgenes de la calzada. Esas ramujas ocultaban a los animales a ojos de los conductores, hasta el momento en el que saltaban a la carretera.
Reclamar, casi imposible
Desde Línea Directa indican que tras el cambio de la normativa, hace unos años, es prácticamente imposible reclamar los daños, porque salvo en contadas ocasiones la responsabilidad sobre esos accidentes recae en los conductores y no en los cotos de caza como hasta entonces. “Desde el cambio de la norma, apenas el 6% de los daños causados por animales son indemnizados por sus dueños, frente al 43% que registraban los siniestros anteriores a 2014, siete veces menos”, apuntan desde la aseguradora. En el caso de Castilla y León, las reclamaciones prosperan en apenas un 2,9%.
Es por ello, y ahí viene la ‘cuña publicitaria’ desde Línea Directa recomiendan a los conductores añadir a su póliza la cobertura de accidentes con animales. “Las partes del coche más afectadas son el parachoques delantero, la rejilla y el capó (39%), seguidos de los faros e intermitentes delanteros (22%), las aletas delanteras (14%), los bajos y el faldón delantero (10%), el radiador (4%) y la matrícula (3%)”, señalan desde Línea Directa.