La formación encabezada en la ciudad por Sonia Lalanda avanza que si su partido llega al Gobierno Municipal limitará la zona de baja emisiones a solo la Calle Mayor
O. H.
Aplicar una zona de bajas emisiones es una necesidad marcada desde Europa para las ciudades de más de 50.000 habitantes. Pero para VOX Palencia, la extensión y superficie que el Ayuntamiento de la capital pretende darla es, a juicio de la concejal de VOX en el Consistorio palentino, Sonia Lalanda, “ejecutar el definitivo golpe de muerte a la ciudad”.
Lalanda ofreció esta mañana una rueda de prensa en la que criticó que a lo largo de 2023 se instaure en Palencia una zona de bajas emisiones “para que nos entendamos con una analogía, un Palencia Central” que ocupará todo el centro de la ciudad. Desde “Correos al Salón y desde las avenidas paralelas a las vías hasta la orilla del Río”, enmarcó la concejala.
Zona que “va estar limitada en el tráfico y accesible solo a residentes y peatones. Pero con una dificultad absoluta para que el tráfico rodado pueda entrar”. Algo que se instaurará sin “hacerse estudios técnicos de contaminación del aire. Palencia es una de las capitales de provincia con mejor calidad del aire, por fortuna porque lo disfrutamos; por desgracia porque no tenemos actividad industrial. Tampoco se han hecho estudios sociológicos de la población de Palencia, que está envejecida. ¿O qué quieren, que andemos ahora todos en patinete eléctrico?”. La edil también manifestó que tampoco no se han tenido en cuenta las condiciones geomorfológicas de una “ciudad alargada en la que si cierres los pasos del centro obligas a todos a dar la vuelta”.
Solo la Calle Mayor
Por ello, afirmó, “Vox, si llega al Gobierno del Ayuntamiento de Palencia no va a aplicar el Palencia Central tal y como está definido y se limitará la zona de bajas emisiones a la Calle Mayor”, donde ya está prohibido el tráfico.
Para Lalanda, el cierre al tráfico del centro de la ciudad hará que Palencia “que ya está en la UCI” “sufra las incomodidades de una ciudad grande, y deje de tener las ventajas de una ciudad pequeña y cómoda”.
Opinó que afectará al comercio al alejar y “cerrar la ciudad a los vecinos de los pueblos”. “La gente del este de la ciudad se va a comprar a Burgos. La del este, a León, la del resto de la provincia, por el mismo precio a Valladolid. Hasta los de Palencia nos iremos a Valladolid”.
Por ello, la concejal de Vox, critica al resto de grupos del Ayuntamiento. “En esto están todos de acuerdo: PP, Ciudadanos, PSOE y Ganemos” que a su juicio están llevando a los ciudadanos “a empujones a la agenda 2030” y manisfestó que solo VOX está en contra.
“La justificación que dan es que está subvencionado. Muchas veces he dicho que si al PP y al PSOE les subvencionan una garrafa de queroseno para quemar la ciudad, la cogen”.
Control y libertades.
En este sentido, recordó que hace unos días se ha dado el visto bueno a un plan de futuras peatonalizaciones de la ciudad: “la calle Burgos, la calle Don Sancho, la Calle La Cestilla, la plaza Isabel la Católica, Menéndez Pelayo, Antonio Maura, la calle Mayor Antigua y la plaza Cervantes. Es decir. Quienes vengan a pasear, a ver quién viene, podrán disfrutar de unas calles, seguramente sin comercios”, lamentó Lalanda.
Esto acompañado de, aseguró la edil, “un sistema de control de accesos y señalización. En el perímetro que he definido (Palencia central) se ha implantará un sistema de control de accesos. Desde todos los accesos a la ciudad de modo que se pueda tener una perfecta identificación de los vehículos que acceden a esta zona. Se prevé la instalación de equipos para la calidad del aire. Es decir, nos van a controlar el acceso al centro de la ciudad, para prohibirlo y multar”, advirtió la concejala de Vox.
Además, advirtió durante la rueda de prensa que “ya hay cámaras en funcionamiento y no nos han dicho nada”, refiriéndose a las existentes desde hace años para controlar el acceso de vehículos en zonas peatonales y que no multan por falta de una legislación.
“Todas las cámaras que había las han puesto en marcha y no han dicho nada y eso va contra la libertad y la privacidad de los ciudadanos. Dicen que quieren ver el movimiento que hay. Igual a los ciudadanos no nos gusta que la administración y los poderes públicos sepan a dónde nos movemos”, lamentó Sonia Lalanda, quien además señaló que “estamos yendo hacia un mundo desconocido, y a una ciudad donde nuestros dirigentes no cuidan nuestra libertad ni nuestros derechos”.