Se esperan altas temperatura, baja humedad y fuertes rachas de viento
ICAL
La Junta de Castilla y León, a través de una resolución del director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, declara mañana la alerta urgente por el riesgo muy alto meteorológico de incendios forestales en la Comunidad.
Esta medida se adopta, según la resolución avanzada por Ical y comunicada posteriormente por la Junta, ante las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que anticipan un riesgo extremo de que se produzcan incendios. Al aumento de las temperaturas máximas, que se situarán entre los 32 y los 35 grados, se une el descenso de la humedad relativa y vientos fuertes, con rachas de hasta 40 kilómetros por hora.
La resolución prohíbe el uso de barbacoas y el uso de los ahumadores en la actividad apícola; suspende las autorizaciones de uso del fuego y de fuegos artificiales; y prohíbe el uso de maquinaria que en su funcionamiento habitual despide chispas como sopletes, soldadores, radiales en el monte y franja de 400 metros de terreno rústico que lo circunda.
Se prohíbe el uso en el monte de aperos arrastrados o suspendidos que se introduzcan en el suelo o que eliminen vegetación por roce, golpe o machaqueo, como gradeos, cultivadores o desbrozadoras de cadenas o martillos; también se prohíbe el uso de maquinaria propulsada por cadenas y de aquella que utilice cadenas cubriendo los neumáticos (salvo en el caso de los buldócer contratados por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio que trabajen en labores de mantenimiento de cortafuegos).
En cuanto a la utilización de maquinaria tipo cosechadora o empacadora, se deberá suspender la actividad en los momentos en que la temperatura sea superior a 30 grados y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora, lo que va a suceder con casi total probabilidad en la mayor parte de la Comunidad durante esta tarde. Es imprescindible tener a mano los medios de extinción y el personal suficientes para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor. En todo caso, se recomienda posponer las labores no urgentes y extremar las precauciones.
El uso de motosierras está permitido siempre que se cuente con medios de extinción adecuados en el lugar donde se trabaje (mochila, batefuegos o similar) y que sus lugares de mantenimiento, si son en monte, se mantengan limpios de vegetación en un radio de al menos dos metros y con medios de extinción.
Se prohíbe encender fuego en todo tipo de espacios abiertos, así como en las áreas de descanso de la red de carreteras y en zonas recreativas y de acampada, incluidas las zonas habilitadas para ello, o bien arrojar o abandonar objetos en combustión o cualquier clase de material susceptible de originar un incendio.
Asimismo, se solicita a la población que, además de extremar las medidas de prudencia, tenga la máxima precaución en sus actividades al aire libre, primando su seguridad, la de los demás habitantes y sus bienes, y la del monte, solicitando avise a través del 1-1-2 de la existencia de posibles incendios forestales.
Se exceptúa el uso de maquinaria en actuaciones de emergencia e interés general, destinadas a la reparación urgente de infraestructuras públicas, servicios de energía eléctrica, gas natural, telecomunicaciones, etc., así como cuando desarrollen labores en terrenos recientemente quemados sin posibilidad de ignición, siempre y cuando éstas hayan sido comunicadas a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente previamente y se realicen conforme a las medidas establecidas por éstos. Además, las empresas extremarán la precaución, contando con los medios necesarios para abordar la extinción de cualquier conato de incendio que se pudiera producir a consecuencia de su actividad