Desde CCOO aseguran que el estudio presentado por la firma aborda solo a las factorías fabricantes de componentes y propulsores y no a las de montaje
O. H.
La electricidad -junto al hidrógeno- es una parte del futuro del mundo de la automoción y en Renault se preparan, soltando lastre en lo que se refiere las motorizaciones tradicionales. Primero fue el diésel, y ya es complicado encontrar modelos de la firma del rombo con estas motorizaciones y, mucho menos, nuevos propulsores de fueloil. De hecho, el último modelo que sacará a la palestra la firma gala, directamente desde Palencia para el resto del mundo -el Austral-, no contempla la posibilidad de montar motores diésel. Solo gasolinas e híbridos.
Pero la compañía presidida por Luca di Meo se ha planteado dejar de vender (en Europa) vehículos de combustión para finales de la presente década. En Europa. Pero hay mucho mundo y otras marcas dentro de grupo Renault. Con todo, la empresa automovilística ha reconocido a los sindicatos que está en estudio la posibilidad de crear dos nuevas subdivisiones dentro de la marca. Ampere (unidad de intensidad de corriente eléctrica), dedicada a la fabricación de los elementos propios y motorizaciones de los vehículos eléctricos; y Horse (unidad de potencia usada tradicionalmente en los motores de combustión) que aglutinaría las operaciones dedicadas a la creación de elementos de los vehículos de combustión, tales como cajas de cambios y motores.
“Ampere sería para la creación de productos mecánicos eléctricos, mientras que Horse se encargaría del desarrollo de productos mecánicos para vehículos con motores térmicos e híbridos”, explica a Palencia en la Red, Rubén González, responsable de CCOO en Renault.
Vender una parte
Es la parte de Horse, la que, según medios franceses estaría dispuesta a vender Renault hasta en un 60% a la automovilística china Geely (propietaria de Volvo, Lotus y mayor accionista de Mercedes Benz -con quien Renault ha mantenido acuerdos para la motorización de algunos modelos de la marca alemana) y la petrolera saudí Aramco, la empresa de mayor valor del mundo.
Por tanto, en este juego de influencias sí se verían afectadas algunas factorías españolas del grupo francés: la de Caja de Cambios de Sevilla (al ser una parte fundamental de los vehículos térmicos) y la de motores de Valladolid: Ambas, de concretarse la operación, pasarían a formar parte de la división Horse, a repartir entre Renault, Geely (con quien Renault tiene acuerdos para fabricar vehículos híbridos en Asia) y Aramco.
En todo caso, la operación, si se lleva a cabo, se desvelará en detalles a lo largo de este otoño “y no habrá cierres”, indica González. Pese a todo, la representación de la parte social en la empresa mantiene la inquietud y preocupación, aunque con cautela y la expectativa a la espera de que desde París se dé o no luz verde a la operación.
Montaje, no
Las que no se verían afectadas por esta operación son las factorías de carrocería y Montaje de Valladolid y Villamuriel de Cerrato en Palencia, porque de lo que se habla en esta operación es de productos y componentes mecánicos, no de vehículos. De hecho, sobre una misma plataforma se pueden montar unidades con distintas motorizaciones y disposiciones y donde ahora se monta un motor térmico, en unos años pudiera instalarse un equipo de potencia eléctrico.
“Tenemos firmados un convenio y un plan industrial en Renault España que contempla tres modelos para la planta de ensamblaje de Palencia (Austral, Gran Austral -7 plazas- y el modelo premium que se venderá bajo la insignia de Alpine), y dos para Montaje de Valladolid: el sustituto del Captur actual y un modelo similar bajo la marca de Mitsubishi”, explica el responsable de CCOO en Renault España, Rubén González. El Plan Industrial tiene vigencia hasta 2024.
En lo que sí podría influir la partición de las motorizaciones de Renault en Palencia “es quién desarrolla esos elementos y quién suministra los motores y las cajas de cambios”, declara González. Así, en vez de llevar el sello de Renault, un motor término o híbrido a montar en un Austral en Palencia llevaría el sello de Horse, aunque salga de la misma factoría de Valladolid que lo hace ahora y si lo que se monta es (en un futuro) un motor eléctrico, llevaría el sello de Ampere.