Crónica de la corrida del 2 de septiembre, Día de San Antolín, con Julián López ‘El Juli’, José María Manzanares y Tomás Rufo
Javier Cáceres Herrero
Otro cartel de lujo para celebrar el día del Santo Patrón Palentino. Julián López “El Juli”, José María Manzanares y Tomás Rufo era la terna que iba a lidiar los 6 toros de la ganadería salmantina de Montalvo. Toros muy bien presentados, nobles y por encima de los 550 kgs. todos ellos, que dieron mucho juego y dejaron satisfecho al público, en la mejor entrada de la feria, sobrepasando más de tres cuartos del aforo.
Julián López “El Juli”.
Decimonoveno paseíllo del diestro madrileño en el coso palentino, que volvió a certificar el idilio que tiene con esta afición, que lo quiere como a un paisano más. Arrancó los primeros olés de la tarde con el capote en el primero de su lote. Con otra tanda de capotazos al salir del caballo que cerró con media verónica, demostrando porque es uno de los mejores en esa suerte.
Tras un tercio de banderillas sin más historia, tomó la muleta y recibió a “Zocatin” con los primeros pases en un palmo de suelo. El despliegue de clase de Julián, quedó patente en cada muletazo que dio a su primero, que aunque reticente, entró al trapo con nobleza. Lo dio muerte con una buena estocada en lo alto, que lo hizo rodar al instante y le procuró, con petición unánime, el primer trofeo.
El cuarto de la tarde, un toro grande de hechuras, le proporcionó la apertura de la Grande de Campos Góticos, tras cuajar una buena faena en la que destacaron dos vueltas seguidas alrededor del morlaco por el pitón derecho. Una estocada hasta la bola, hizo que la grada gritara con fuerza su nombre, para demostrar el cariño que se le tiene al madrileño en esta ciudad.
José María Manzanares
Otro de los más esperados de este año era el matador alicantino. Muy querido también por la afición palentina al que le tocó lidiar dos buenos toros, en la línea de los Pérez Tabernero que salieron hoy al albero, a los que quizás les pudo sacar más provecho. Al segundo de la tarde le dio buenas tandas de muletazos con ambas manos, aunque alargara demasiado el tiempo entre ellas. Le propinó una estocada que necesitó de un desacertado descabello tras un aviso para derrotarlo, perdiendo así la primera oreja. Ovación para los dos contrincantes.
Con el quinto, que salió buscón, pudo lucirse con una buena tanda de capotazos muy aplaudidos, incluso se gustó al comienzo del tercio de muleta, demostrando el arte que tiene, a pesar de que con la izquierda el toro no dio para más. Una vez más, falló con los hierros con una media y dos descabellos que le hicieron volver a perder el preciado trofeo. Se repitieron las ovaciones para toro y torero que no impidieron que Manzanares se fuera este año de vacío.
Tomás Rufo.
Presentación en Palencia de otro joven torero de la nueva hornada. Sin haber cumplido aún el año de alternativa, Rufo, que venía de abrir la puerta grande de Sevilla y Madrid, le propinó los mejores naturales del día al tercero. Esa mano izquierda es un tesoro en la suerte del toreo más valiosa. Faena para enmarcar que desgraciadamente quedó deslucida por los seis pinchazos y dos descabellos que necesitó para deshacerse de su oponente. Su cara en la barrera mostraba desánimo a pesar de haber puesto al público de su lado.
Para el toro que cerraba la tarde del día de San Antolín, Rufo se propuso demostrar porque venía con ese cartel desde el capote. Tras un tercio de banderillas espectacular de Fernando Sánchez, el toledano tomó la muleta decidido a darlo todo. Quería acompañar a hombros al Juli y dejó series de muletazos, -“luquecinas” incluidas- con ambas manos, que pusieron en pie a la plaza, que para entonces ya tenía a sus pies por las ganas y la testosterona.
Ese ímpetu le llevó a volcarse con el estoque sobre el morlaco, que le dio un puntazo en un costado que le pudo suponer un disgusto. Dos orejas se mereció Tomás Rufo, al que incomprensiblemente, la Presidencia solo le concedió una, con la consiguiente bronca y gritos de “fuera, fuera” hacia las autoridades.
Era difícil superar lo visto el día anterior en la Goyesca, pero la tarde dejó un buen sabor de boca entre la afición por todo lo bueno que aportaron toreros y ganado.
