En el Carrión se estima que las acequias se cierren en torno al 26 de agosto, aunque algunas comunidades, como la del Bajo Carrión, lo corta mañana
En el Pisuerga, Villalaco cerrará el 24, mientras que el Canal del Pisuerga, prácticamente modernizado, apuesta por agotar la campaña, el 30 de septiembre, porque sus agricultores no han gastado su dotación
O. Herrero
Las reservas hídricas de la provincia están bajo mínimos. Con pueblos con algunas restricciones al consumo del líquido elemento o con suministro a través de camiones (aunque esto ocurre también en años que no hay sequía), los canales de riego comienzan a quedarse secos y otros ponen ya fecha al día en el que bajarán la compuerta de toma de agua.
De hecho, en la mayoría de las Comunidades de Riego de la provincia ya está fijada esa fecha. Cercana. Muy cercana. Tanto que no quedan ni dos semanas de agua en las acequias. No porque la previsión haya sido errónea o el gasto excesivo, sino porque ya han agotado la dotación de agua que la Confederación Hidrográfica del Duero les dio a principios de campaña. Que se llegue más allá o menos en el calendario depende del uso que se haya hecho.
Es por eso por lo que mañana mismo en los dos canales de la Comunidad del Bajo Carrión (desde Carrión de los Condes a Calahorra de Ribas aproximadamente) se acaba el riego. No porque hayan hecho un mal uso de su dotación de 2.500 metros cúbicos por hectárea (la misma que en toda la provincia), sino porque han decidido usarla en cultivos que necesitaban el agua antes. “Los agricultores de esta Comunidad han dado prioridad para el regadío a los cultivos de otoño, a los cereales”, explica José Antonio Ibarlucea, presidente de la Comunidad.
Cultivos que requirieron la punta de agua en primavera y principios de verano, que ya están cosechados y almacenados. Además, ante las previsiones de la baja dotación de agua, muchos eligieron plantar cultivos que necesitaran poco agua. “Solo unos pocos agricultores, aun a sabiendas, se arriesgaron y apostaron por cultivos de verano” como maíz y algo de remolacha. “Son los que lo van a pasar peor”, apunta Ibarlucea.
Resto del Carrión
Misma situación en el resto de comunidades dependientes de las aportaciones de los embalses del Compuerto y Camporredondo, es decir, en las del Carrión. El presidente de la Junta Central de Regantes del Carrión, Moisés Fernández, asegura que ninguna de las comunidades de este sistema llegará a septiembre. “Al 26 de agosto. Eso si no hay que meter más agua a los canales”. Es decir, que los 2.500 metros cúbicos por hectárea dan para lo que dan. Si se meten en las acequias antes, antes se acaban.
Solo la parte baja del sistema, la que recibe alguna aportación desde Riaño, “tiene posibilidades de llegar hasta los primeros días de septiembre”. Es decir, la que riega por Paredes de Nava, Becerril y de ahí hasta Medina de Rioseco a través el Canal de Castilla.
En el Pisuerga.
En el Pisuerga, la situación no es mucho mejor. De hecho, hay comunidades que tampoco llegarán al mes de septiembre, aunque eso ya lo sabían los agricultores en primavera “y se optó por cultivos poco exigentes en agua, como el girasol, los cereales o algunos forrajes”, explica Domingo Barrigón, presidente del Canal de Villalaco, que riega desde esta localidad hasta Dueñas y que corta el agua el 24 de agosto, en 12 días.
“Tuvimos muchísimas reuniones previas informativas. Advertimos a los regantes que iba a haber poca agua y que recordaran que en 2017, con más dotación de agua, se cortó el riego a principios de agosto. Lo entendieron y en vez de apostar por maíz, remolacha y patatas, que requieren más agua y también son más rentables, plantaron cultivos con menos necesidad”.
De esta forma, la pérdida por el corte prematuro de la campaña no es tan grande o, al menos, tan inesperada. “Al girasol se le ha podido dar 3 o 4 riegos, por aspersión y a pie, y a la alfalfa se le han podrán dar cuatro cortes, cuando un año normal son cinco”, explica Barrigón.
Morir de éxito.
Es lo que le puede pasar al Canal del Pisuerga. El más modernizado de la provincia. Como a toda la provincia de Palencia, a cada una de sus hectáreas 11.000 le correspondieron 2.500 metros cúbicos. Sus conducciones no tienen pérdidas, se riega por aspersión, son más efectivos… por lo que a día de hoy, les quedarían casi 10 de los 38 hectómetros cúbicos que se les asignó. Pero la CHD les quiere cortar el riego a mediados de septiembre, aun cuando sus regantes no haya gastado su cupo.
“No lo vamos a permitir. Apostamos por mantener la campaña de riego hasta el 30 de septiembre. La mayor parte de los agricultores ha contemporizado su dotación de agua, han hecho su planificación, han sacrificado unos cultivos por otros para llegar al final de la campaña. Han hecho el esfuerzo de ahorrar, sabiendo lo que tenían, y gastando el agua justa para reservarla para el final de la campaña. El Canal del Pisuerga no va a permitir que sus regantes paguen el descontrol que pueda haber dentro del resto del río. Aquí, que tenemos contadores, a los agricultores que se han pasado de su dotación ya se les ha cortado el agua. Pero no a los que aún no la han gastado”, argumenta Luis Alberto Nebreda, presidente del Canal del Pisuerga.
Y es que hay quien asegura que el día 12 de septiembre, el sistema del Pisuerga colapsará, llegando a su límite y no ofreciendo más agua a los regadíos. En cualquier caso, como indican desde las comunidades de regantes, aun siendo una mala noticia “no es lo mismo que te corten el agua el 10 de agosto que el 10 de septiembre”. Primero porque hay menos cultivos demandantes de agua y segundo, porque esos cultivos ya están cerca del final de su ciclo.
Lo que preocupará entonces será la evolución de otro ciclo, el del agua. “Hará falta mucha agua y mucha nieve para volver a llenar los pantanos de la zona norte de Palencia”, apunta expectante pero pesimista el presidente del Canal de Villalaco, Domingo Barrigón.